Mensaje del Arcángel Uriel canalizado
por Jennifer Hoffman
15 de Octubre de 2012
Tu alma adopta un sendero humano con el propósito de elevar
la energía a frecuencias más altas. El sendero kármico
puede verse como el trabajo de tu alma en la tercera dimensión, para cambiar
las energías y crear un espacio energético para la ascensión. La
ascensión no es un punto único ni un momento en que toda la humanidad está de
acuerdo y lista. Es elección de libre albedrío llevar la energía a dimensiones
superiores de ser. El movimiento hacia la ascensión se hace a través de tus
maestros, a quienes tú invitas a participar en la ascensión contigo. Algunas de
éstas son invitaciones que has olvidado o lamentado, pero es a través de ellas
que logras la ascensión.
Es por tu invitación que tus maestros están presentes en tu
vida. Ellos han venido a ayudarte a sanar los miedos, limitaciones, creencias,
emociones, frecuencias y experiencias que representan la densidad que has
encarnado en tu cuerpo emocional, físico y etéreo. Su participación es
esencial, ya que es a través de ellos que se te reflejan tus improntas
energéticas. Todas tus experiencias emocionales se te presentan a través de tus
maestros, para que sepas lo que puedes sanar para permitir que se produzca tu
ascensión.
Si bien todos tus maestros pueden presentarte una amplia gama
de experiencias, es con los más desafiantes que te conectas porque éstas son
las áreas de mayor densidad y desconexión. La
rabia, resentimiento, frustración, duda o confusión que sientes en torno a
ellos, existen porque las frecuencias que ellos reflejan están fuera de
alineación con el deseo de tu alma de llevarte de vuelta a la integridad de tu
plan divino. Es a través de tus maestros que tienes acceso a los espejos que
necesitas para tu iluminación y aprendizaje. Tus
maestros son tus espejos para la sanación, y tú no eres una víctima a menos que
elijas encarnar esa energía.
Tus maestros sostienen el espacio energético para tu
sanación e integridad al reflejar todas las áreas de desconexión y
desalineación.
Aunque puedas sentirte tentado a criticarlos, condenarlos y
juzgarlos, pregunta más bien por qué los invitaste. Al establecer la intención
de alinearte con tus energías más elevadas, también invitas a los maestros que
te van a mostrar dónde estás fuera de integridad con esta intención. Utiliza su
presencia para hacer tu sanación y eso te liberará a ti y a ellos de su acuerdo
álmico compartido. Entonces tú, y ellos, son libres
para ascender a dimensiones superiores. Bendice y aprecia a tus maestros,
agradéceles por su presencia y por responder a tu invitación a ser tu espejo de
sanación, iluminación, transformación y ascensión.
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