“No
hay nada oculto que no llegue a descubrirse, y no hay nada secreto que no deba
ser conocido”
Palabras de Jesús de Nazareth (Mateo 10,26)
Etimológicamente nos hemos
quedado sin Petri Apostoli Potestatem Accipiens,
sucesor del Apóstol Pedro, comunmente
denominado Papa. Denominación simbológica que
frecuentemente utilizamos también como Pontífice, palabra latina que
significa “el constructor de puentes, entre los hombres y Dios”.
Hasta el momento 111 papas han cumplido
con el ‘destino’ de ser “constructores de puentes”, entre ellos 16 Benedictos con singular presencia y trascendencia.
Si
bien hoy, gracias a la agilidad de los medios de comunicación, los “secretos de
palacio” no van tan despacio, ello no exime que en tiempos pasados todos y cada
uno de los papas Benedicto, no tuviesen desencuentros o actuasen de forma
insólita. Retrasos en los nombramientos por enfrentamiento con el emperador de
turno y la nobleza, encierro y destierro de varios de ellos, asesinato de
Benedicto VI por orden del antipapa Bonifacio VII, abdicación de Benedicto VIII
con el propósito de casarse, el envenenamiento de Benedicto XI tras sólo 8
meses de papado, intento frustrado de envenenamiento de
Benedicto XIII, el
Papa Luna (es que era aragonés, nacido en Illueca,
localidad de la actual provincia de Zaragoza, en el Reino de Aragón). Pero a pesar de éstos y otros avatares, cada uno de ellos cumplió con su
misión y todos han seguido una estricta línea doctrinal. Numerosos son los
documentos, leyes y bulas papales que, con mayor o menor acierto, han ido
modificando y reorientado la vida de la Iglesia.
Cada Papa, según su
criterio, elige el nombre pontifical que cree oportuno. Joseph Ratzinger,
haciendo honor a su signo Solar Aries “el guerrero”, elige el de
Benedicto en homenaje a Benedicto XV por su presencia e idealismo en el bélico
periodo histórico que le tocó pasar, la Primera Guerra Mundial. A este
respecto, sus textuales palabras fueron ” He querido llamarme Benedicto
XVI para relacionarme idealmente al venerado Pontífice Benedicto XV, que ha
guiado a la Iglesia en un periodo atormentado por el primer conflicto mundial.
Fue valiente y auténtico profeta de paz y actuó con extrema valentía desde el
inicio para evitar el drama de la guerra y después al limitar las nefastas
consecuencias”…
Teóricamente todos gozamos de un “libre albedrío” cuyas acciones y
sus resultados dependen de nuestra personal conciencia. En el caso de un Papa
no puede “dimitir”, pero sí ‘renunciar’. Según el Canon 332 del Código de
Derecho Canónico permite dicha ‘renuncia’ en los siguientes términos: Si el Romano
Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia
sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie. Esto significa que si un Papa
decide dejar el cargo, no necesita que ninguna otra persona apruebe dicha
renuncia, ya que, por el Canon 331, el Pontífice tiene “potestad suprema plena,
inmediata y universal en la Iglesia, y que puede siempre ejercer libremente”.
Benedicto XVI no es el único caso en la historia, situación similar se dio con
el Papa Celestino V.
El
Vaticano es una ‘ciudad estado’, la ciudad más poblada del mundo con más de 2.100
habitantes por kilómetro cuadrado y con una forma de gobierno de ‘Monarquía
absoluta, electiva y teocrática’. Según los historiadores su nombre viene del
Monte Vaticano (del Latín “Vaticinium”, es decir
‘predicción’) colina que antiguamente era la sede de un ‘oráculo’ etrusco, donde
pululaban adivinadores y magos que presagiaban el “porvenir” a los transeúntes.
Ya vemos que desde un principio todo va muy ligado a un entorno
“mágico” y “profético”. Hoy discutimos sobre la verosimilitud de las distintas
profecías que nos llegan desde tiempos remotos. Una de las más afamadas es la
de San Malaquías que, en una serie de 112 pequeños lemas o frases en latín,
hace alusión alegórica a todos y cada uno de los Papas, siglos antes de que
éstos ocuparan su puesto. Según su profecía, y bajo el lema de ‘Gloria Olivae’ (la gloria del olivo) hace
referencia al aún Papa Benedicto XVI. La analogía es que los Benedictinos
tuvieron una rama llamada los ‘olivetans’.
Según
estas profecías, luego de renunciar Benedicto XVI ,
que es el Papa 11, quedaría solo un Papa al que Malaquías denomina “Petrus Romanus”. Pero en esta
oportunidad, debido a su importancia como profecía “del fin de los tiempos”,
agrega en latín la siguiente y misteriosa divisa
” IN PERSECUTIONE EXTREMA SACRAE
ROMANAE ECCLESIAE SEDEBIT PETRUS ROMANUS, QUI PASCET OVES IN MULTIS
TRIBULATIONIBUS, QUIBUS TRANSACTIS, CIVITAS SEPTICOLLIS DIRUETUR ET JUDEX
TREMENDUS JUDICABIT POPULUM”
cuya traducción es:
“En la última persecución de la Santa Iglesia Romana
ocupará el solio Pedro Romano, quien apacentará sus ovejas en medio de grandes
tribulaciones, pasadas las cuales, la Ciudad de las Siete Colinas será
destruida y el Juez tremendo juzgará al pueblo”.
Como podemos notar en este caso, más que un lema o frase, parece
una sentencia por todo lo alto. En mi afán de curioso investigador, me dispuse
a aplicar ciertas fórmulas matemáticas y conjeturas que me ayudasen a dar más
cuerpo a dicha divisa. Partiendo de la base, como dice el refrán, “que todos
los caminos conducen a Roma” hice un recorrido arquitectónico del Vaticano (Vaticinium) y me encontré con la siguiente
sorpresa: En el Vaticano, concretamente
en la Plaza de San Pedro, existen 284 columnas dóricas. La divisa en latín del
último Papa que sentencia Malaquías, contiene 173 letras. Si a ellas le sumamos
la cifra de 111 que son el número de Papas hasta la fecha, nos da exactamente
el número de columnas que podemos observar en la Plaza de San Pedro,
284.Curioso asunto mistérico ahora descubierto.
Como toda Carta Astral de persona relevante son notorios los tensionales aspectos planetarios de nacimiento. Ratzinger
nace bajo el signo de fuego Aries (combativo y necesitado de riesgos y aventuras) y con un signo Ascendente en
Piscis (signo de Agua, altamente
sensible y muy caritativo) Esta “mezcla” entre el Elemento
Fuego y Agua genera un carácter internamente complicado, una profunda lucha
entre si el Fuego “evapora” el Agua o el Agua “apaga” el Fuego. Hay un pasaje
de Rubén Darío que ejemplifica muy bien su existencia “Bendito el árbol que es apenas sensitivo y más aún la piedra
porque esa ya no siente, que no hay mayor dolor de ser vivo ni mayor pesadumbre
que la vida consciente”.
Benedicto XVI nace con Luna Llena y ésta en Libra, el signo de la
“balanza”, el de la búsqueda constante del “equilibrio”. Su mentalidad ha estado
siempre en esa línea, pero los destinos a veces ejercen fuerzas
superiores.
Santa Hildegarda de Bingen (1098) abadesa, líder monacal,
profetisa, médico, compositora, conocida como la ‘sibila’ del Rin, y reconocida
por los historiadores actuales como una de las personalidades más fascinantes y
polifacéticas del Occidente europeo decía: ”
Si el hombre peca el Cosmos sufre“
Maravillosa
frase que nos une con el Todo y ejemplifica nuestra verdadera realidad, a la
par de dar sentido al “lenguaje” astrológico.
Una monja, hace mil años, nos enseñaba los secretos del Universo y
Benedicto XVI, nunca ajeno a la erudición, le otorgó el pasado 7 de octubre del
2012, el Título de ‘Doctora de la Iglesia’ en la XIII Asamblea general
ordinaria del sínodo de los obispos.
Y por si esto fuera poco el propio Santo Padre honra a los Reyes
Magos, que según Y por si todas los datos eran ‘Magoi’
“No
eran otra cosa que buscadores de la Verdad. Representaban a todos los hombres
buscadores de Dios de todos los Tiempos y de todos los lugares”.
Según la Astrología Hindú, en parte rescatada por la astrología
occidental, utilizan la simbología de los 360º del Zodíaco para dar a
cada grado de la posición del Sol al nacer, un “emblema” o comentario
simbólico, como si fuese su “heráldica astral”, precisando el carácter de la
persona. Benedicto XVI nació con el Sol en el grado 25 del Signo de Aries, en
este caso el comentario o “escudo heráldico” que le precede es el de ” Personaje
real, presentando un cetro a alguien que se encuentra de rodillas”.
Esta
figura simbólica, “sellada” ya en su nacimiento, no es acaso el claro ejemplo
del resultado de su actitud actual de ‘renunciamiento’.
Mural en el Vaticano con la relación de
Papas"
En el interior del Vaticano
existe un mural donde aparecen todos los Papas a lo largo de la historia. Como
podéis apreciar en la foto, aún queda mucho espacio por “rellenar”. Con tantas
simbologías, más o menos ocultas, y el arsenal de conocimientos que en la
Biblioteca Vaticana se tiene, parecen que están muy tranquilos ante las miles
de visiones catastrofistas que se vienen anunciando. La ‘Ciudad de las 7 siete
colinas’ no perecerá, sí lo hará la “forma mágica” en que poco a poco se
expresará el mensaje de la Santa Sede. Y todo vendrá de la mano del
“misterioso” nuevo Papa Pedro (piedra) Romano que, por su propia
esencia de Aire, “oxigenará” cada rincón de la Tierra con el mandato que
proviene ‘de las Estrellas’…
Compartido por Julia Maitret
– Fuente: http://blogs.heraldo.es/cuartadimension/