FE

Por D.T. Marches*

Agosto de 1953 

Texto: Diario de El Puente a la Libertad Arcángel Miguel y Señora Fe

 

Fue Pablo quien dijo: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no Se ve”. Hebreos 11:1 

 

La Fe es una cualidad que hay que cultivar. Durante los pasados dos mil años, la gente ha recibido salud, suministro, paz, armonía, etc. basándose en la fe de Jesús, pero si hemos de lograr nuestra propia Maestría sobre las circunstancias y condiciones adversas, debemos comenzar a atraer —mediante la práctica— nuestra propia cualidad de fe. 

 

A menudo estudiantes avanzados en el Sendero han dicho que gente con una manera de pensar superficial parece estar más contenta y tener más bienes materiales que los estudiantes en el Sendero, y también parecen recibir más "respuestas" a sus "oraciones". Esto es así porque cierto porcentaje de todas las Cualidades Divinas son indiscriminada e impersonalmente dotadas sobre la vida en general por los representantes de dichas Virtudes, y toda corriente de vida que ejerza la cualidad de Fe puede atraer a sí ese bien, ya que la Vida no es aceptora de personas.

 

Sin embargo, el estudiante en el Sendero entra bajo otra fase de la Gran Ley. Por su acción al salir voluntariamente de la conciencia de la masa, se espera de él ahora que conscientemente atraiga la cualidad de Fe desde dentro de su propio Ser Cristico, y que, de hecho, cree a través del medio de su conciencia las circunstancias y condiciones que requiere. Dicho estudiante está ahora bajo la tutela de un miembro de la Gran Hermandad Blanca, y aparentemente, sin buscarlo personalmente, se le pone en una condición en que es esencial que ejerza esta cualidad de Fe si es que habrá de tener éxito en todo proyecto en que se ocupe. Para algunos, esto pareciera ser un tratamiento brusco, pero nunca se ha logrado nada que valga la pena sin un esfuerzo individual. 

 

Jesús dijo: “Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sin que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras” Juan 14:10-11. Los hombres deben saber que ellos y el Padre son uno en Cristo. El hombre debe aprender a auto-identificarse con ese Ser Interno. La inteligencia externa simplemente transmite, a través del medio de pensamiento y sentimiento, sus deseos al Ser Cristico que espera y escucha; y a través de una acción de la gran Ley Cósmica, el Ser Cristico atrae las condiciones y circunstancias requeridas hacia él y las hace manifestarse en su mundo. 

 

Es menester que el hombre en el Sendero aprenda que el único camino que lleva al Padre es a través del Cristo Interno. YO SOY la puerta abierta al Reino del Padre. Cultiven el contacto y disfruten de la compañía de su bella Identidad Crística propia, y atraigan los dones de Dios a través de esa "puerta abierta", de la misma manera que los seres de la Naturaleza atraen la fruta y las flores que bendicen a la humanidad, a través de la misma puerta abierta, desde el Ámbito invisible de Dios. 

 

La cooperación consciente con (y la más completa fe en) el poder de tu propio Ser Superior, es Maestría. El poder de Jesús reposaba en Su Fe en su propio Ser Cristico. No en vano decía: “El que en Mí cree, las obras que yo hago, él las hará también”. Juan 14:12.