Cuando
Por
Me llamo
Odile Fernández, soy médico de familia, tengo 36 años y dos niños (7 y 1 año).
En 2010 cuando tenía 32 años y un niño de
3 años me diagnosticaron cáncer de ovario con múltiples metástasis (pulmón,
sacro y vagina). El pronóstico no era muy alentador. Mis posibilidades de
sobrevivir, según las estadísticas, no eran muchas. En aquellos momentos sentí
la muerte cerca. Cuando te dicen tienes cáncer y además metástasis tu mundo se
derrumba. Tuve miedo, mucho miedo. Entre en shock y no podía dejar de llorar,
me sentí muy deprimida y angustiada.
Te vienen a la mente pensamientos del tipo: ¿qué ha pasado?, ¿por qué a mí? Te
sientes culpable ¿qué he hecho yo para merecer esto? Y un montón de dudas te
acechan ¿moriré? ¿Voy a sufrir? ¿Qué será de mi familia? En aquellos momentos
no podía dejar de pensar, mi cabeza era un hervidero y me sentí abatida por el
miedo.
Cáncer No Es Igual a Muerte
De repente, un día,
algo cambió en mí. Dejé de llorar y resurgí de un estado de profunda
desesperación. Decidí que no iba a morir, no quería morir, no podía morir. Aún
me quedaban muchas cosas por hacer, quería ver a mi hijo crecer y conocer a mis
nietos. Quería vivir, quería aferrarme a la vida. Para cada persona la
enfermedad tiene un significado íntimo y diferente, cada uno la acepta y vive
de forma diferente. Este fue mi proceso, y deseo compartirlo contigo.
Me di cuenta de que el pánico y el miedo son fenómenos mentales, una respuesta
a nuestras creencias sobre el cáncer. Vemos al cáncer como algo espantoso y
doloroso. Con solo oír su nombre nos sentimos horrorizados. Su palabra aviva el
miedo a lo desconocido. Al oírla nuestro cerebro crea una sensación de pánico,
pero no es más que una sensación. No hay ningún peligro real e inminente
acechando. Así que decidí respirar hondo y repetirme:
“Cáncer no es igual a
muerte, dejo atrás el miedo y doy paso a la esperanza. Voy a sanar”.
Desde ese momento, en
el que fui consciente de que somos nosotros los que creamos nuestros
sentimientos, empezó una nueva vida en la que no tiene cabida el miedo y donde
reina la esperanza, el amor y la felicidad. Desde ese momento no vi al cáncer como algo horrible sino como una posibilidad
de cambiar y crecer.
Aquí empezó una nueva vida. Cuando sabes que vas a morir es cuando empiezas
a vivir. Empecé a valorar lo que tenía y a dar gracias. Tenía claro que iba
a sanar y el cáncer iba a desaparecer de mi vida.
Quiero Sanar - ¿Es Suficiente Con el
Tratamiento Convencional?
Quería sanar, pero la
medicina convencional me daba pocas esperanzas. La quimio
se proponía como paliativa para intentar frenar la cuenta atrás y alargar la
vida lo máximo posible. Pero eso no era lo que yo quería. Yo quería ver
desaparecer el cáncer de mi vida, vivir libre de enfermedad y gozar de una
salud plena. ¿Qué podía hacer?
Mi formación como médico era la formación oficial que recibe todo especialista
médico en España. Durante la universidad dediqué mucho tiempo y esfuerzo al
estudio de las enfermedades, de las pruebas diagnósticas y las diferentes
opciones terapéuticas, pero en mi currículo no tuve ninguna asignatura en la
que me hablasen del poder de la alimentación y las emociones en el origen y desarrollo
de las enfermedades. En la universidad apenas me hablaron de medicina
preventiva.
Si tenemos en cuenta que mi formación era la convencional y ya sabía que la
medicina convencional no podía garantizarme la curación. ¿Qué podía hacer yo
para sanar?
Empecé a reflexionar basándome en mis enfermos. Observé como a los diabéticos
les influye la alimentación sobre los niveles de glucemia, como al hipertenso
le influyen las emociones sobre las cifras de presión arterial, al infartado le
influye la alimentación, los estilos de vida y las emociones, etc. Y pensé, ¿y
por qué no al oncológico? Quizás la alimentación, las emociones y los estilos
de vida también influyen en el desarrollo del cáncer.
Buscando Evidencia - El Cáncer Se Relaciona
Con Nuestra Alimentación
Ansiosa por sanar
empecé mi búsqueda de información científica que relacionara al cáncer con la
alimentación y los estilos de vida. Mi búsqueda empezó en Pubmed1, la mayor
base de publicaciones médicas que existe. Aquí descubrí que existen miles de
publicaciones médicas que relacionan cómo comemos y vivimos con cómo
enfermamos.
Conforme
voy investigando no pude creer que haya una relación tan clara entre la forma
de alimentarnos y la forma de enfermar y que no se hable de esto en la
universidad. En aquellos momentos sentí mucha rabia e indignación. ¿Por qué no
me lo habían contado? Quizás si hubiese sido consciente de que la comida que
elegía cada día podía influir en el riesgo de desarrollar cáncer podría haber
evitado tener un cáncer con metástasis.
¡El 70% de los
cánceres se pueden prevenir con una buena alimentación y un estilo de vida
saludable!
Te parecerá Increíble,
pero así es. Según
Diseñando un Plan de Sanación
Presa de la
indignación y con una amplia bibliografía científica en mis manos comencé a
diseñar un plan de actuación para sanar. Los pilares de este plan de sanación
son la alimentación, el ejercicio físico y en el plano espiritual, la gestión
de las emociones.
Durante mi enfermedad
comencé a cambiar mi alimentación en base a la bibliografía científica que
avala el poder de la alimentación en el inicio y desarrollo del cáncer.
Introduje aquellos alimentos ricos en fitoquímicos
que bloquean el proceso de carcinogénesis y eliminé
los alimentos ricos en carcinógenos y/o pobres en nutrientes.
Alimentos Que Introduzco
1. Vegetales crudos, en
especial vegetales de hoja verde, crucíferas, cebolla, ajo y tomate o jitomate
2. Fruta fresca, sobre
todo manzana, frutos rojos, cítricos, uvas, melocotón, ciruela y nectarinas
3. Frutos secos crudos:
nueces, avellanas, almendras
4. Semillas como lino,
chía, sésamo y calabaza
5. Germinados: alfalfa,
brócoli y judía mungo
6. Especias y aromáticas:
cúrcuma, curry, pimienta negra, cayena, orégano, perejil, cilantro, canela,
clavo, cardamomo.
7. Té verde, cacao, kéfir
de agua
8. Pescado principalmente
pescado azul pequeño: caballa, sardina y boquerón
Alimentos Que Elimino
1. Alimentos procesados y
empaquetados
2. Alimentos ricos en
azucares y grasas trans como bollería y pastelería
3. Alimentos con harinas
refinadas como pan blanco, pasta blanca, arroz blanco
4. Alimentos de origen
animal como leche, lácteos, embutidos y carne roja
5. Frituras, barbacoas,
salazones y ahumados
Para aprovechar al
máximo los beneficios de los alimentos conviene que estos no estén muy
procesados y hayan sido mínimamente expuestos a los efectos del calor, por lo
que en esa época de mi vida introduje abundantes alimentos crudos en forma de
ensaladas, zumos, batidos y gazpachos. Cuando comía alimentos cocinados
utilizaba como técnicas culinarias las menos agresivas: vapor y hervido a baja
temperatura.
Este tipo de alimentación me permitió gozar de energía y vitalidad, y me ayudó
a mantener al sistema inmune fuerte y activo.
El Ejercicio: Pilar Fundamental para Estimular
al Sistema Inmune y Prevenir
El ejercicio físico es
muy beneficioso pues nos va a permitir prevenir la fatiga asociada a los
tratamientos, nos permite estimular a nuestro sistema inmune y liberar las
endorfinas u hormonas del placer. Al movernos nuestra actitud frente a la
enfermedad y frente a la vida cambia pues gracias a las endorfinas nos vamos a
sentir más felices.
El ejercicio físico regular se relaciona con una menor posibilidad de sufrir
cáncer, por el contrario el sedentarismo se asocia con mayor riesgo de cáncer
de mama, próstata, piel, páncreas y colon.
¿Qué tipo de ejercicio es mejor? Cada uno debe practicar aquel tipo de
actividad física que más le guste y se adapte a sus circunstancias. Yoga, Qi
gong, Taichi o Pilates suelen ser ejercicios que se
adaptan bien a los enfermos oncológicos y que nos aportan además del movimiento
físico bienestar emocional.
Caminar también es una buena opción y nos permite adaptarnos a nuestra forma
física.
Comienza a realizar actividad física regular al menos 30 minutos 3 días a la
semana.
El desarrollo del
cáncer depende mucho de lo que comemos, pero también depende de nuestras
emociones, de nuestra manera de afrontar los conflictos y relacionarnos
con nosotros mismos y nuestros semejantes.
Por eso nuestra prioridad debe enfocarse en procurar que seamos felices, que
vivamos la vida desde la alegría y la positiva. Que busquemos una motivación
para sanar y vivir. En mi caso mi motivación era mi hijo de 3 años.
Enfócate en lo que te hace feliz y te hace disfrutar. Cree en tus sueños, pues
si crees en los sueños, los sueños se crearán.
Aprovecha el momento presente, solemos vivir pensando que la vida es infinita.
Pensamos que siempre hay un mañana para cumplir nuestros sueños, para decir te
quiero o dar un abrazo a un ser querido. No hay mil mañanas, no sabemos cuándo
acabará nuestra vida, así que disfruta del momento y persigue tus sueños.
Mis Recetas Anticáncer, Un Libro y Una
Historia Llena de Esperanza
Han pasado 4 años y
estoy libre de enfermedad contra todo pronóstico de la medicina oficial. He
conseguido ser madre de nuevo y reboso energía y vitalidad. He cambiado por
fuera y por dentro. Ahora soy más feliz, más alegre, más positiva y me siento
rejuvenecida y más guapa que nunca. Vivo enfocada en el presente, en el ahora. Disfruto
de cada momento, de cada nuevo día que me regala la vida y doy gracias
infinitas por este regalo.
Mi relación con el cáncer fue especial. Conseguí aprender de la enfermedad y
vivir una nueva vida. La experiencia fue maravillosa y he decidido contar mi
experiencia personal y toda la información médica que he ido recopilando a lo
largo de estos años en forma de un blog www.misrecetasanticancer.com y dos libros, Mis Recetas Anticáncer y Mis Recetas de Cocina
Anticáncer.
Mi deseo es ayudar a otras personas con cáncer a sembrar luz y esperanza en su proceso
de sanación. Dicen que lo que no se da se pierde y yo no quiero que mi
experiencia y conocimiento se pierda si puedo ayudar a otras personas. Lo ideal
sería leer este libro cuando estamos sanos, pues como ya hemos visto el cáncer
se puede prevenir en más del 70% de los casos.
En Mis Recetas Anti-cáncer encontrarás información
sobre alimentación y cáncer, pero también sobre tóxicos presentes en el hogar y
en la cosmética, sobre emociones y cáncer así como terapias naturales que
pueden ayudar al enfermo de cáncer en su proceso hacía la sanación. En Mis
Recetas de Cocina Anti-cáncer encontrarás la parte
práctica para llevar a tu cocina los alimentos anti-cáncer
en forma de deliciosos platos. Con desayunos, meriendas, tentempiés, almuerzos
y cenas saludables para toda la familia.
Sobre el Autor
Odile Fernández, es
médico de familia y superviviente de cáncer de ovario estadio IV. Es autora de
2 libros: Mis Recetas Anticáncer y Mis Recetas de Cocina Anticáncer.
Puede seguir sus artículos en su página: www.misrecetasanticancer.com.
http://articulos.mercola.com/sitios/articulos/archivo/2015/01/22/mis-recetas-anti-cancer.aspx