Tómense el tiempo, lean y
reflexionen sobre este artículo muy interesante
FACUNDO MANES (neurocientífico)
Las personas resilientes aquellas que tienen una mayor capacidad para
sobreponerse al dolor emocional y situaciones adversas, tienen
menos chances de sufrir problemas mentales.
Aunque ser resiliente depende de un proceso
influido por distintas variables, la entereza con la que algunos afrontan
los avatares de la vida se puede aprender, fortalecer.
¿Cómo? Haciendo trabajar la cabeza.
Sobre
las acciones que permiten mantener el cerebro en forma, estuvo
hablando en Rosario, el neurocientífico Facundo Manes, director del
Instituto Ineco Buenos Aires (que ahora tiene
también una sede en esta ciudad), prolífico investigador internacional,
director del Instituto de Neurociencias de Fundación Favaloro.
Manes recibió
a
"Si pienso que mis hijos están en
riesgo, que la están pasando mal, me angustio, y eso genera determinadas
emociones que además influyen sobre mi cuerpo; ahora, si creo que están a
resguardo y contentos, me voy a sentir de otra manera.
En ninguno de los dos caso sé que está pasando con mis hijos ahora,
pero si pienso positivamente, me voy a sentir mejor".
Con sencillez, Manes
puso un ejemplo de cómo aquello que pensamos condiciona nuestro modo de sentir.
"Muchas veces
no podemos cambiar la realidad pero sí la manera como la percibimos", agregó.
"El cerebro, dijo, tiene su mecanismo natural para hacer esto porque cada
vez que evocamos la memoria la reescribimos, la remodelamos; por ejemplo,
muchas situaciones que hemos pasado fueron reescritas
de una manera menos dramática para poder soportarlas; reinterpretar
positivamente situaciones es algo que nos ayuda a vivir".
Hay evidencia científica que indica que las personas resilientes
que tienen un mayor talento no sólo para superar momentos
críticos sino para salir fortalecidos de la adversidad tienen menos
depresión, menos problemas de concentración, menos riesgo de
trastornos mentales y hasta menos agresividad.
Que el cerebro se mantenga fuerte, activo, ágil y sano no depende
solamente de la herencia y el entorno, depende, en gran medida,
de lo que uno esté dispuesto a hacer.
"Está comprobado que poner en
marcha todo aquello que es
favorable para el corazón: no fumar, no tener exceso de peso,
tener buenos niveles de colesterol y glucemia, ayuda a
mantener a raya las enfermedades que afectan al cerebro",
destacó Manes. Pero hay más. La actividad física, por ejemplo,
tan aconsejable para la salud cardiovascular es un aliado
importantísimo de la cabeza.
"Se demostró que el hipocampo, que está presente en ambos
hemisferios cerebrales y que tiene una relación directa con la memoria y el
aprendizaje se atrofia un 1 por ciento cada año; pero, paralelamente, hay
estudios que indican que si después de los 65 años salís a caminar tres veces
por semana el hipocampo crece un 2 por ciento en forma anual",
señaló Manes, dando cuenta de que la capacidad de algunas zonas de
la cabeza de "recuperarse" no se agota con el paso del tiempo.
"Dieta saludable, actividad física regular y placentera y desafíos
intelectuales son los grandes aliados de la salud mental", resumió el
neurocientífico, que hizo una aclaración sobre el último punto.
"Cuando hablo de desafíos
intelectuales no me refiero, por ejemplo, a
seguir aprendiendo sobre medicina si fuiste médico, a corregir más
exámenes si sos profesor o a leer novelas si toda la
vida lo hiciste, sino a animarte a hacer cosas nuevas, que
representen de verdad un esfuerzo intelectual. Para mí sería aprender ruso o
interiorizarme sobre el rock nacional, no sé, cosas que no hice hasta ahora y
que me implicarían cierto desafío".
Otro aspecto ineludible para estar activos mentalmente, aún en la adultez
o la ancianidad es el contacto social.
"Investigaciones a nivel mundial demuestran que aquellos hombres y
mujeres que están aislados se mueren diez años antes", dijo Manes.
"El cerebro es amigo de la vida social, del encuentro, de las reuniones,
de las charlas con otros , aunque cueste hay que
establecer y mantener esos vínculos".
El placer es un componente más de esta lista de "compañeros"
de la cabeza sana.
"Siempre le digo a mis pacientes, y en mis charlas, que hay que
jubilarse de lo que hace mal, pero jamás de lo que nos hace bien".
"Actualmente, agregó, está pisando fuerte el concepto de
"mantenimiento cerebral",
y ahí, lo placentero, lo lúdico, lo que nos alegra, lo
que nos entusiasma y nos genera pasión juegan un rol fundamental."
“Cuida tu país, ama tu
tierra, no ensucies ni el mar ni el suelo que pisas; piensa en el mañana: cuida
el aire que respiras para que, en un futuro, podamos seguir viendo las
estrellas! Quiere al prójimo, a los animales, y ¡no
los maltrates!