Sensibilidad electromagnética o
electro-sensibilidad
La electro-sensibilidad es un conjunto de síntomas provocados por la
exposición a campos electromagnéticos. Ser eléctricamente sensible o hipersensible
a los campos electromagnéticos significa poseer un conjunto de síntomas que se
activan o se intensifican al encontrarse cerca de aparatos eléctricos
especialmente los de tipo inalámbrico, WiFi,
transformadores, antenas de telefonía móvil y/u otras fuentes de radiaciones
que emiten campos electromagnéticos de alta intensidad como el HAARP a nivel
mundial.
Toda
enfermedad o síntoma recurrente que sea producida por radiaciones, y que
disminuya o desaparezca cuando uno se aleja de la fuente que los genera, puede
constituir un caso de hipersensibilidad eléctrica. La depresión y ansiedad son
algunos de los efectos del electromagnetismo de gran intensidad.
Síntomas
de sensibilidad electromagnética o electro-sensibilidad
· Dolor de cabeza
Insomnio
Cansancio crónico
Irritabilidad
Alteraciones en la piel, incluido picor, escozor
Infecciones recurrentes
Dificultad para concentrarse
Pérdida de memoria a corto plazo
Tristeza sin motivo aparente
Desorientación
Congestión nasal
Disminución de la libido
Trastornos de la glándula tiroides
Escozor o irritación en los ojos
Acufenos (sonidos o ruidos como silbidos o pitidos en los oídos)
Ganas de orinar frecuentemente
Nerviosismo y ansiedad
Caída del cabello y debilidad capilar
Manos y pies fríos
Rigidez muscular
Bruxismo
Consejos para personas con sensibilidad
electromagnética o electro sensibles
El método más efectivo e inmediato para mejorar la calidad de vida de los
afectados consiste en evitar o reducir al máximo la exposición a todas las
fuentes de radiación electromagnética.
Incluir en la dieta alimentos ricos en calcio y magnesio. Al estar expuestos a
intensos campos electromagnéticos nuestro cuerpo pierde gran cantidad de calcio
y magnesio, iones esenciales del metabolismo. También se pueden complementar
con suplementos alimenticios que incluyan Calcio y Magnesio. Los pueden
encontrar en farmacias y tiendas de homeopatia.
Los alimentos ricos en melatonina y en triptófano (aminoácido precursor de la
melatonina), pueden ayudar a las personas sanas a prevenir los efectos nocivos
de las radiofrecuencias y a los afectados de electro sensibilidad a recuperar
en parte el equilibrio perdido.
De igual manera, los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 y en compuestos
azufrados como el ajo, cebolla, pueden mejorarnos la circulación sanguínea y
ayudar a disminuir
los dolores de cabeza, problemas de hipertensión y/o pequeñas arritmias
asociadas.
Hay que asegurarse de que no existen carencias nutricionales en la dieta. Para
ello conviene suplementarla con uno o varios alimentos que sean ricos en el
complejo de las vitaminas B (mejoran la memoria, concentración y agilidad
mental). Es el caso del germen de trigo, levadura de cerveza, bayas de Goji, semillas de Chia (las
semillas idealmente germinadas para evitar problemas de salud y digestión
por la presencia de lectinas).
Los metales pesados (mercurio, plomo, cadmio...) que se pueden acumular a lo
largo de los años en nuestro cuerpo y que suelen proceder de alimentos
contaminados, de amalgamas que tengamos en la boca, de tuberías antiguas que
transporten el agua que bebemos a diario, etc. Estas pueden agravar e
intensificar la sensibilidad a las radiaciones electromagnéticas si no se
eliminan a tiempo (los metales son muy buenos conductores de la electricidad).
Para limpiar nuestro organismo de estos productos tóxicos va muy bien el alga chlorella, así como el ajo y el cilantro.
La desintoxicación del organismo debe acompañarse de varias limpiezas
consecutivas de cálculos en la vesícula biliar y el hígado. Para ello puede
probar el método descrito por Andreas Moritz en su
libro Limpieza hepática y de la vesícula.
Cambiar dentro de lo posible las fuentes de radiación del entorno doméstico:
teléfono inalámbrico, especialmente en los dormitorios.
Limitar el uso del teléfono móvil. Tener el terminal lo más alejado posible de
la cabeza y del cuerpo utilizando para ello "manos libres".
Sustituir las redes WiFi por cables (ethernet).
Cambiar los antiguos monitores para ordenador de tubo de rayos catódicos por
pantallas planas para disminuir en al menos 20 veces su campo magnético.
Los flexos con lámpara halógena usados para lectura suelen llevar adosados a su
base un transformador que emite campos magnéticos muy intensos. Es mejor
sustituirlos por lámparas con bombilla incandescente.
Ventilar el interior de las viviendas al menos 15 minutos cada día y/o instalar
aparatos generadores de iones negativos para mejorar la calidad del aire y reducir
la carga electroestática.
Cambiar la ropa sintética (favorece la electricidad estática) por tejidos de
origen natural.
Aumentar la ingesta de productos naturales frescos (frutas, verduras, etc.)
preferentemente de cultivo biológico, y tratar de evitar las frituras, los
productos industriales, refinados y/o adulterados, especialmente el azúcar y el
café.
Caminar descalzo (o con suelas de cuero) sobre césped, arena o baldosa, para
descargarse de la electricidad estática acumulada.
Ducharse por lo menos una vez al día, especialmente antes de ir a dormir.
Médicos
impulsan medidas preventivas a nivel mundial para las personas sensibles a los
campos electromagnéticos
Suecia
fue el primer país que aceptó la electro-sensibilidad como causa de baja laboral
(incapacidad permanente), la cifra de afectados se eleva a 250.000; en
Alemania, cientos de médicos han firmado la declaración en favor de medidas
preventivas, y Gran Bretaña reconoció a finales de 2005 los casos de numerosas
personas con síntomas potencialmente atribuibles a ciertas dosis de radiación
electromagnética.(1)
Dormir
con el celular cerca de la cama altera el reloj biológico
La mayoría de las personas tienen la costumbre
de dormir con el teléfono móvil o celular cerca e incluso encendido bajo la
almohada. Lo que no sabían es que esta costumbre causa diversos problemas. No
se trata sólo de esa sospecha de que las ondas electromagnéticas pueden causar
tumores cerebrales a largo plazo, sino efectos neurológicos más inmediatos que
ya han sido probados, entre ellos dolores de cabeza constante y bajo
rendimiento. Los más peligrosos son los teléfonos inteligentes pues su
actividad no cesa en ningún momento y constantemente emite ondas y luces.
El problema se ha intensificado debido a que los teléfonos celulares
inteligentes no entran en reposo, a menos que se apaguen. Permanecen activos
recibiendo información constante como correos electrónicos, chats y mensajes de
texto. Y en las noches, si está en la cama, todo esto ocurre a pocos
centímetros del cerebro de quien duerme.
La
actividad del teléfono móvil, incluso si se encuentra a 20 centímetros del
tejido neuronal, es decir de la cabeza, puede causar aumento del consumo de
glucosa y modificación en la producción de neurotransmisores, lo que a su vez provoca
dolores de cabeza persistentes, merma del rendimiento académico y síndrome de
fatiga crónica, expresa el médico especialista Manuel Lorenzo Fernández.
Los más expuestos a los daños generados por la
fuerte emisión de ondas son los adolescentes, quienes no se despegan del
celular, ni siquiera durmiendo.
Con el celular al lado, también se duerme peor. "Mantener el teléfono
celular en la cama es dos veces negativo", refiere Claudio Cárdenas,
médico neurólogo de Servicios K26. Explica que el uso del móvil, inclusive la
computadora portátil encendida en la cama altera el reloj biológico que todo
ser humano posee y repercute en los patrones de comportamiento, entre los que
se incluye el sueño y el buen dormir.
A pesar de esto, el sueño realmente se altera debido a las luces que
permanentemente emite el celular. Ese titilar rojizo que ocurre cuando se
recibe un mensaje, la iluminación de la pantalla al recibir cualquier
interacción, o el reflejo verde que indica baja batería, desordena el reloj
biológico interno. "Este se regula según la luz del día o de la noche,
pero el hipotálamo, responsable de este reloj, no distingue si ese
impulso luminoso que recibe proviene del sol o de un aparato artificial",
explica Cárdenas.
Esas luces, y los sonidos si no se ha silenciado el dispositivo, también
provocan micro-despertares, impidiendo alcanzar la fase de sueño REM, que es la
más profunda, y que sólo se logra con 60 minutos de sueño estable. "Es en
esta fase cuando el cerebro revisa la información recibida durante el día y
consolida lo importante y es cuando el estudiante solidifica lo que
aprende", agrega.
Desde 2006, la Organización Mundial de la Salud ha desarrollado campañas de
precaución sobre el uso excesivo de los teléfonos celulares, pues estudios han
sugerido que los campos electromagnéticos de radiofrecuencia modulada emitidos
por estos aparatos podrían alterar áreas específicas del cerebro, incluso si su
uso apenas se limita a 50 minutos diarios.
En conclusión, enfatiza el Dr. Manuel Lorenzo Fernández, dormir con el celular
encendido bajo la almohada es una pésima idea.(2)
Fuentes:
(1) Electro-sensibilidad, "La Eco" n. 51, Julio, 2008. Environmental pollution,
Freiburguer Appeal (2002).
(2) Publicado en seguridad-wireless.blogspot.com. Giuliana
Chiappe, El Universal.
Compartido
por www.destellosdeluz.com.ar