LOS 13 CONSEJOS DEL DR. HAMMER PARA SANARSE
1- No dejarse ganar por el pánico
El entrar en pánico
hará que la central de comandos ejecute un programa, y establecerá el programa
donde deba. En ese momento, la persona pierde la conexión funcional coherente
del cerebro.
Muy a menudo, la
gente muere en pánico. La persona no debiera entrar nunca en pánico ni hacer
entrar en pánico a los demás. Hay que tener un enorme cuidado con el entorno y
especialmente con quien recibe de nosotros. ¡AMENSE! Ámense ustedes mismos y también
ámense entre ustedes. AMARSE tiene un doble sentido de gran valor terapéutico.
Si uno se ama a sí mismo, primero, no hará ningún conflicto consigo mismo, ni
de desvalorización, ni de culpabilidad. Si se ama a los demás entonces no hará
ningún conflicto con los demás.
NO ENTRAR EN PANICO
significa que el enfermo nunca debe asustarse y QUE LOS TERAPEUTAS JAMAS deben asustar al enfermo.
De lo contrario, hasta un resfriado se vuelve incurable, ya que provocará una
generalización. Entrar en pánico es comprarse un boleto de ida.
Por ejemplo: decirle
a una madre en tono
lo-siento-mucho-señora-mi-más-sentido-pésame-lamentablemente-tengo-malas-noticias,
que su hijito tiene leucemia es un asesinato. ¡Porque la leucemia no es una enfermedad!
¡Es el primero de cinco pasos biológicos naturales de regeneración de la sangre
después de un conflicto cuya respuesta biológica fue una anemia!
2- Soportar la
vagotonía
Alrededor de las 22 hs se desencadena normalmente el impulso máximo de la
vagotonía. El nervio vago es el más poderoso nervio del organismo: no hay
manera de vencer al sueño. Ese es nuestro ritmo ancestral: el hombre es un
animal diurno, en su código biológico de comportamiento antiguo de cuatro
millones de años, está
grabado que debe cazar, recoger frutos, actuar de día y reposar de noche. Es
durante la noche que todo está automatizado para que el organismo concentre su
trabajo en el tubo digestivo.
Tenemos menos
actividad cerebral, cardíaca, respiratoria. Es normalmente por la noche que
toda enfermedad se hará más insoportable porque es durante esa vagotonía el
cerebro repara mejor y puede haber más edemas. Se puede hacer algo para reducir
esos edemas para que sea mas soportable pero sólo
reducirlos porque si se impide que actúen, nunca se logrará la reparación,
puesto que los elementos re-constitutivos no llegarán a reparar.
Si la vagotonía es muy fuerte, la cabeza puede sentirse caliente al punto tal que uno
puede ducharse la cabeza y tener los cabellos prácticamente secos sin necesidad
de usar el secador, simplemente por la termogénesis de conductibilidad. Esto
sucede cuando la cabeza está “aplastada”
por edemas biológicos: en ese momento, HAY
QUE AYUDAR.
3- Todas las
noches, hacer el balance diario
Hay que saber si no
se ha “trabajado” demasiado durante el día. Si es así, reposo obligatorio el
día siguiente (para las enfermedades importantes como el cáncer, fibromialgia,
artritis, etc…). La persona debe curarse. Puede hacer muchas cosas, pero debe
ocuparse de su enfermedad por encima de todas las cosas. No debe esperar QUE ALGUIEN O ALGO LO
CURE, hay que motivarlo.
Hay un doble mensaje
en esto. Debe ocuparse de sí-mismo, que haga un repaso de su jornada en su
cabeza, interesarse en la vida, que tome notas, que haga ese balance. Si hizo
demasiado, debe reposar al día siguiente porque de lo contrario entra demasiado
en estrés, en actividad, con lo que el cerebro vuelve a la simpaticotonía
deteniendo la vagotonía. Allí
se detiene la curación.
4- Todas las
mañanas tomar un lápiz y planificar su día
Hay que respetar el
plan y prever al menos 6 horas de reposo además de la noche. Estas son las
reglas para los grandes enfermos y tienen que luchar contra sus angustias. El
que está en silla de ruedas querrá siempre asistir a muchas reuniones para
demostrar y demostrarse que puede hacer lo que todo el mundo. ES UNA REACCION
DE ESCAPE, es un juego perverso. HAY
QUE CONCENTRARSE EN SU CURACION porque ésta es posible. Hay que
evitar entrar en el estrés de la acción.
Con 6 horas de
reposo, además de la noche,
tenemos suficiente vagotonía. El cerebro tiene una fuerza
extraordinaria para curarnos a pesar de todo lo que hacemos contra eso (entre
los miedos, las peleas, los mensajes deprimentes o terribles que recibimos
durante el día y a causa de las acciones).
5- Hacer siempre
lo absolutamente necesario primero
Si eso sobrepasa 3
horas de esfuerzo físico o psicológico, hay que detener lo superfluo y
descansar, con el corazón alegre porque estamos haciendo lo que corresponde
para curarnos, y no lo contrario. La mayor parte de la gente se deprime, se
desmoraliza, tienen miedo de descansar: tienen
el ESTRÉS DE SU PROBLEMA, DE SU DECREPITUD Y ESE ES UN CONFLICTO SECUNDARIO MUY
FUERTE. “YA NO PUEDO HACER NADA, NO SIRVO”.
Hacer lo
absolutamente necesario primero va a permitir a la persona probarse que existe
todavía, pero hay que cronometrar el tiempo. La persona enferma quiere
demostrar que puede hacer, pero si pasa 3 horas físicas o psicológicas, debe
detenerse. Lo mejor es leer lectura liviana, divertida, ver películas
divertidas y pueden
verla cuantas veces quieran si las alquilan. Es la terapia por
la risa, puesto que si se detiene en los noticieros, con guerras, accidentes, o
películas de muerte, de violencia, inconscientemente se sobre-estresa con
imágenes liminales y subliminales.
DURANTE LA RECUPERACION , ME OCUPO DE MI, ME AMO, ME
CUIDO, ME MIMO. ES VITAL. ES LA MANERA DE CURARSE. No alcanza con decodificar y aceptar (a veces sí) sino
que hay que respetar la reparación también.
6- Rechazar todo
enfrentamiento
Recriminar, discutir
con su entorno es uno de los mayores dramas que garantizan la recaída o la
imposibilidad de curarse. “Necesito de ustedes, de su ayuda y no de su
oposición permanente”. Porque uno sustrae calorías y fuerzas de las que
necesita el cerebro para reparar y al monopolizar la energía para combatir
generalmente el enfermo está expuesto al juicio de quienes lo rodean, y estos
no saben nada, solo hablan por hablar y el enfermo no zafa, no sale del estrés.
Aquí reproduzco una
frase que Claude Sabbah atribuye a su abuelo: “Si la gente que no tiene nada que
decir se callara, habría un gran silencio en la superficie de la Tierra. Son
siempre los que no saben nada los que cacarean”.
Acá estamos hablando
de una elevación en el nivel de la conciencia humana.
7- Privilegiar el
reposo nocturno
El ser humano es un
ser diurno. Todos sus ritmos biológicos básicos están programados sobre la base
del ritmo solar. Por supuesto, puesto que la noche para el enfermo es
normalmente el momento de mayor dolor, y en algunos casos con la angustia
inconsciente de “¿Despertaré
o moriré?”, es bastante difícil mantener esos ritmos. Hay que
desdramatizar eso. Además, puesto que no han hecho demasiado durante el día, no
están lo suficientemente cansados para dormir bien de noche.
Entonces, no hay que
dudar en modificar el horario de sueño.
Debe privilegiarse el reposo nocturno en la medida de lo posible pero, si eso
no es fácil, no hay que dudar en quedarse despierto hasta las 2 ó 3 de la mañana, mirando documentales, tomando uno que
otro café (el café también reduce el edema cerebral). De ese
modo, el enfermo sabe que por un buen rato no pueden dormir entonces aguantan
hasta donde pueden: cuando pasan el período habitual de gran vagotonía, y
después de haberse dado el gusto de trasnochar leyendo, escribiendo, pensando
sanamente, positivamente, sin estrés…allí se van a dormir y se levantan al
mediodía.
Después, a medida que
mejoran, vuelven paulatinamente, una hora por día, a su horario normal.
8- Comer sanamente
y liviano
Ensaladas, frutas, cosas crudas, o cocinadas a la
parrilla, para que sea
fácilmente asimilable. Si come mucho, digerir le consumirá muchas calorías y es
mejor guardar lo más posible para la curación.
A EVITAR ABSOLUTAMENTE: EL ALCOHOL EN VAGOTONIA.
9- Sanarse
normalmente si aparece el dolor.
Puede tomar remedios
alopáticos y homeopáticos como es de costumbre, eso no pondrá la curación en
peligro.
10- Esperar
pacientemente la verdadera mejoría
Si uno no se deja
asustar por los pequeños o grandes inconvenientes de la reparación y espera
tomando el mejor reposo posible, la mejoría va a llegar. Si se pasó el punto
culminante de la fase de reparación, la persona tendrá tantos edemas que puede
haber manifestaciones molestas, como dolores, vértigos, fiebre si los edemas
están en el tronco cerebral, malestares. Esto NO DEBE ASUSTAR A LA PERSONA : no se trata de cosas graves sino de
esfuerzo de reparación. Hay que esperar pacientemente sin poner en marcha la
idea de “estar sonado” sino no hay cura.
Es el principio de la
persona que tiene edemas en sus fibras y que con ello se agrava durante un
tiempo su dificultad motriz en una esclerosis múltiple, por ejemplo. Debido a
nuestra cultura ancestral basada en la apariencia de las enfermedades, esto nos
lleva a tener pánico, ir al hospital urgente, perfusión de corticoides en
grandes cantidades, lo que cambia a la persona porque bombea todos los edemas y
deja de doler…pero no está curada y el proceso va a comenzar quizás con más
violencia.
11- Jamás
permanecer mucho al sol o con la cabeza cerca de una fuente de calor
El calor multiplica
por cuatro el tamaño del edema cerebral. En ese momento, se ejerce una enorme
presión y se corre el riesgo de una crisis de epilepsia fuerte. En general, se
recomienda al gran enfermo de evitar ponerse al sol durante un año, incluso en
el mar. Puede estar bajo la sombrilla, bañarse pero hasta ahí nomás.
Si la cabeza está
cerca de una fuente de calor, lo mismo. CONVIENE
PONER HIELO SOBRE LA CABEZA.
El Dr. Hamer menciona un caso típico: el hombre de negocios que
tiene serios inconvenientes porque su empresa está muy mal en diciembre. En
enero, su esposa e hijos se van de vacaciones al mar por un mes. El 15 de
enero, el hombre soluciona su problema y salva su empresa. Va a reunirse con su
familia a la playa y se pone a tomar sol: lo que él no sabe todavía es que
acaba de salir de un conflicto psicológico de pérdida de territorio. Por
supuesto, como ninguno de nosotros de hecho, no hace la relación entre el dolor
de cabeza, su conflicto y el sol que le está agigantando los edemas. Tiene su
crisis en la playa misma y sale de allí en ambulancia.
12- Si el problema
es muy importante, helar las partes dolorosas y la cabeza
Si duele el hígado
por ejemplo, hay que poner hielo sobre el hígado y también en el lugar del
control neuronal del hígado en la cabeza, es decir sobre el tronco cerebral,
debajo de la nuca, en la parte superior del cuello. Si el frío no calma el
dolor en el órgano, entonces hay que poner calor sobre el órgano, PERO SOBRE LA
CABEZA SIEMPRE FRIO, SIN EXCEPCION.
Se recomienda comprar
esos “cold hot pack” y
tener siempre 4 a mano: 2 en el congelador, 2 sobre la persona, que hay que
cambiar a cada hora. Si es muy violento, poner hielo en ambos lugares y hacerse
un baño de pies caliente, la diferencia de temperatura va a hacer que el
líquido circule de manera mecánica y por lo tanto reducirá un poco el edema.
13- Nunca calmar
demasiado los síntomas
Se pueden tomar
analgésicos o anti-inflamatorios para hacer soportables los síntomas. Los
síntomas se detendrán por sí solos cuando la central de comandos lo decida.
Mientras haya síntoma, es que es necesario que esté. Es de capital importancia.
Por ejemplo si usted
se clavó un vidrio en el pie, le dolerá mientras cicatrice y estará sensible,
pero justamente es para que no agrave la herida (si no le doliera seguiría
caminando sin cuidar la herida y no permitiría que se cure: esa es la función
del dolor).
No hay que olvidar
nunca que el cerebro no
se equivoca JAMAS. Si hay dolor es porque el cerebro dice: “A
reposar”. Hay que respetar esa inteligencia innata que nos ha permitido
sobrevivir desde hace tantos millones de años.
Fuente:
www.altaeducación.org