PURIFICANDO NUESTRA RELACION CON EL DINERO
por Patricia Diane Cota-Robles

14.04.2009
      
http://eraofpeace.org

 

Traducción: Alicia Virelli



Al comienzo, nuestro Padre-Madre Dios nos dió todo lo que necesitábamos para fácilmente sustentar nuestros cuerpos físicos durante nuestro viaje terrenal.  Se nos dió el brillo del Sol, el aire fresco, el agua, el alimento y materiales para construir refugios y hacer ropajes para nosotros mismos. El Divino Intento era que nuestras necesidades físicas fueran tomadas en cuenta para que pudiéramos enfocarnos en el uso  de nuestro don del libre albedrío y nuestras facultades creativas de pensamiento y emoción para aprender a co-crear los patrones de perfección provenientes del Cuerpo Causal de Dios en el plano físico.

Nunca fue la intención del Plan Divino que lucháramos desde la mañana hasta la noche en los trabajos mundanales, solamente para poner comida en la mesa y  proveer las necesidades de nuestros cuerpos físicos. Eso en realidad, es una distorsión grotesca del Plan Divino original para este planeta y es una distracción  molesta de nuestro propósito y razón de existencia en esta escuela de aprendizaje.

Luego de la "caída"  perdimos la percepción de nuestra Herencia Divina y del hecho que somos Hijos de Dios. A medida que descendíamos a frecuencias más y más densas de nuestras propias deformaciones humanas, no pudimos escuchar la guía de nuestra Presencia YO SOY, a la que ahora nos referimos como "la pequeña voz silenciosa en nuestro interior.”  Para compensar  ese vacío en nuestras vidas, desarrollamos nuestros egos humanos fragmentados, basados en el temor. Le otorgamos nuestro poder a este aspecto mutado de nosotros mismos y le permitimos que nos manipulara hacia la creencia de que somos sólo nuestros cuerpos físicos y que el plano físico es todo lo que existe. 


Con esa percepción distorsionada, comenzamos a creer en la carencia y en la limitación. Nos olvidamos que estamos cocreando esta realidad y que la Luz primordial sin forma que contiene cada partícula de Vida en el plano físico es ilimitada. Nos olvidamos sobre la abundancia infinita de Dios y comenzamos a temer por nuestra misma supervivencia. Comenzamos a temer que no hubiera lo suficiente para cubrir las necesidades de la vida para que cada uno de nosotros vivamos con confort y en paz.

Comenzamos a acumular las cosas que necesitábamos para sostener nuestros cuerpos físicos los que, a su vez, bloquearon el flujo de la abundancia infinita de Dios. Nosotros somos cocreadores con nuestro Padre-Madre Dios, así que cuando nuestros pensamientos basados en el temor y en las emociones se reflejaron  en la sustancia elemental de la Tierra, comenzamos a experimentar condiciones climáticas inclementes que resultaron en inundaciones, sequías, hambre, plagas y pestilencia. Cuando eso sucedió fuimos catapultados hacia un círculo vicioso. Cuanto más acaparábamos cosas que necesitábamos para sobrevivir, cuanto menos disponibles estaban las cosas para cubrir las necesidades de la vida y cuanto más miedo teníamos.

Desarrollamos una consciencia de avaricia y egoísmo, que creíamos era necesaria para sobrevivir. Comenzamos a luchar con cada uno de los otros  por la tierra, la comida, el agua y cosas materiales. Eventualmente creamos un sistema monetario para hacer trueque por las mismas cosas que Dios nos había dado gratuitamente a cada uno de nosotros. Mientras la confusión y el caos crecían en intensidad e impulso, nuestros egos humanos nos coaccionaban en la creencia que todo lo que necesitábamos hacer para sobrevivir era apropiado, aún si esto significaba, mentir, robar, engañar o matar.

Mientras somos testigos del colapso de la economía global, podemos observar claramente la evidencia de esta situación trágica por todas partes que miremos.  Prácticamente cada dolencia que se manifiesta en la Tierra puede ser rastreada en la consciencia de carencia y limitación basada en el temor. Eso es  cierto tanto estemos hablando acerca de corrupción, violencia y depravación en los gobiernos, los militares, las instituciones financieras, las corporaciones, el seguro médico y las industrias farmacéuticas, organizaciones religiosas, instituciones educacionales, algunas organizaciones con y sin fines de lucro o en el sector privado e individuos. 

Nuestro temor basado en el ego para la supervivencia infunde a la Humanidad con buena  disposición para hacer todo lo que se necesita para obtener lo que queremos. Durante eones de tiempo, la gente actuó contínuamente fuera de la percepción distorsionada de la carencia y de la limitación. Como resultado de esa ilusión, la gente por todas partes se está retorciendo en el dolor y en el sufrimiento de nuestros egos humanos perpetuados,  al  atraernos en la consciencia de pobreza.

Es hora de que nosotros retomemos el poder que nuestros egos humanos nos han usurpado, y es hora que nosotros le otorguemos a nuestra Presencia Yo SOY pleno dominio de nuestras vidas. Tenemos la habilidad  de reclamar nuestra Herencia Divina y restaurar el flujo ilimitado de la abundancia de Dios. Nunca ha sido más importante para nosotros hacer esto.

A medida que la Luz de Dios se intensifica en la Tierra y la negatividad que  está en conflicto con esa Luz es empujada a la superficie para ser transmutada y sanada, estamos viendo que la economía global se tambalea en las arenas movedizas de la corrupción y de la avaricia. Mirándolo desde afuera, pareciera como que la economía está dirigiéndose hacia el colapso total, pero en realidad, esta es la oscuridad antes del amanecer. 

La purificación que se está llevando a cabo en el mundo económico es una parte necesaria para el proceso de sanación. Los viejos arquetipos de avaricia, egoísmo, corrupción y depravación moral están siendo expuestos y hechos pedazos para purificar el sendero para los nuevos arquetipos de la Abundancia Infinita de Dios y la Paz Eterna. Aquéllos que están deseosos de alcanzar su riqueza lastimando a otra parte de Vida están condenados al fracaso. Tanto ellos estén lastimando a la gente o  contaminando a la Tierra, sus esfuerzos nefastos están siendo expuestos en la radiante Luz de la Verdad Divina.

La competencia cruel, observando sólo al egoísmo número uno, que ha estado tan prevaleciente durante años no puede ser sostenido ahora que los nuevos arquetipos están en su lugar. Estos son los tiempos que han sido profetizados cuando “Todo lo que está escondido ahora debe ser revelado.” Los esquemas clandestinos de decepción y deshonestidad que han  atrapado a las multitudes en una red de pobreza y temor no serán encubiertos bajo un manto de oscuridad por más tiempo. La elite de unos pocos que acumulan la riqueza del mundo mientras millones viven en el hambre, la enfermedad y la sordidez no tendrán éxito por más tiempo en sus aventuras obsesivas individuales. 

La pobreza es una deformación humana y nunca se pretendió que fuera parte de nuestro Plan Divino. Los patrones distorsionados de carencia y limitación son una ilusión que nosotros creamos y que estamos sosteniendo a través de nuestros pensamientos, palabras, emociones, acciones y creencias. 

Los nuevos arquetipos de la Abundancia Infinita de Dios y la Paz Eterna están basados en la Verdad Divina que DIOS ES NUESTRO SUMINISTRO, y no las circunstancias mundanas externas. Nuestra herencia natural es el continuo suministro de Dios de todas las cosas buenas. Cuando recordamos esta Verdad, abrimos nuestros corazones una vez más al flujo ilimitado de la abundancia de Dios. 

Este momento único será registrado en el Libro de Oro de la Vida como el tiempo en el que la Era de Paz Eterna y Abundancia Infinita fuera establecida en forma permanente en la Tierra. Sólo imaginen, que ustedes y Yo estamos físicamente presentes para cocrear los acontecimientos que elevarán a este planeta y a toda su Vida hacia la Luz de la Paz Eterna y hacia la Abundancia Infinita de Dios.



RECLAMANDO LA ABUNDANCIA DE DIOS



Para que nosotros reclamemos nuestro Derecho de Nacimiento natural de la Abundancia Infinita de Dios, necesitamos liberar de impurezas nuestra relación con el dinero. Dado que hemos elegido vivir en un sistema que utiliza al dinero como nuestra fuente de intercambio, necesitamos eliminar nuestro temor hacia él y darnos cuenta que el dinero es sólo una fuente de energía. No es alguna entidad terrible que viene hacia nuestras vidas para  esgrimir su poder sobre nosotros y controlar nuestros destinos. Es solamente debido a nuestro temor por la supervivencia que hemos permitido que el dinero tenga esa clase de control sobre nosotros.

Antes que nada debemos eliminar la consciencia de pobreza y comenzar a funcionar con la consciencia de prosperidad. En vez de preocuparnos todo el tiempo por no tener suficiente dinero, necesitamos enfocarnos en nuestra gratitud por el dinero que tenemos. La Gratitud es un magneto que nos trae más de lo que estamos agradecidos, hacia nuestras vidas.

Cada vez que gastamos un penique de nuestro dinero, tanto sea en la tienda de comestibles, o para pagar nuestras cuentas, para entretenimiento o en lo que sea,  deberíamos bendecirlo con gratitud por el servicio que nos está proporcionando. Luego deberíamos permitirle irse libremente, sabiendo que el dinero es simplemente una fuente de energía y como TODA energía, se irá, expandirá y regresará a nosotros para hacer más servicio. 

Si enviamos nuestro dinero a regañadientes, lamentando el alto costo de vida, temiendo que no tendremos el suficiente para cubrir nuestros gastos, odiando gastarlo en los menesteres de la vida, automáticamente bloquearemos el flujo de la abundancia de Dios.

El proceso de desarrollar la consciencia de prosperidad no significa  salir a divertirse y cargar en la tarjeta de crédito cosas innecesarias y estar llenos de deuda gastando dinero que no tenemos. Sí, quiere decir, sin embargo, que nosotros reconocemos que el dinero nos está  brindando un servicio que debemos aceptarlo con gratitud y agradecimiento.

Mientras avanzamos a máxima velocidad, es de gran importancia que recordemos que somos responsables de cocrear nuestra propia prosperidad.  Debemos preguntarnos eternamente, “Está lo que YO ESTOY pènsando, diciendo, sintiendo o haciendo; sumando a mi prosperidad y a mi consciencia de prosperidad o estoy yo bloqueando mi prosperidad con temor y consciencia de pobreza?”

Si lo que estamos expresando está reflejando consciencia de pobreza, entonces debemos preguntarnos, “Qué necesitamos cambiar para expresar la consciencia de Prosperidad y abrirnos al flujo de abundancia de Dios justo ahora?” Es imperativo que sostengamos tenazmente nuestras visiones positivas y las energicemos diariamente con nuestras afirmaciones y el enfoque de nuestra atención. Debemos reflexionar acerca de nuestra riqueza. A través de la persistencia, confianza y aceptación abriremos nuestros corazones al suministro de Dios de todas las cosas buenas.



UN FACTOR VITAL AL RECIBIR LA ABUNDANCIA DE DIOS



La Ley del Círculo juega un rol muy importante en nuestra prosperidad. El flujo y reflujo de la Vida que es demostrado tan claramente en la Ley del Círculo es un factor crítico para que nosotros recibamos el flujo de Dios de abundancia ilimitada. Existen muchas expresiones que describen el flujo y el reflujo de nuestra Fuerza de Vida: inhalación y exhalación, irradiación y magnetización, dar y recibir, causa y efecto, acción y reacción, involución y evolución. Para que el Plan Divino sea cumplido cabalmente y para que nosotros recibamos un flujo continuo de la Abundancia Infinita de Dios, el flujo y el reflujo de nuestro regalo de Vida debe estar en equilibrio. Si estamos recibiendo más Fuerza de Vida de la que estamos  mandando o vice versa, se crea un desequilibrio que bloquea el flujo.


Cuando nos ofrecimos como voluntarios para encarnar en la Tierra para aprender en cómo convertirnos en cocreadores con nuestro Padre-Madre Dios, estuvimos de acuerdo en que cooperaríamos con la Ley Universal del Círculo y mantendríamos el balance de nuestra Fuerza de Vida. Nuestros Padres Dios estuvieron de acuerdo en suministrarnos lo que necesitaríamos para sostener nuestros cuerpos físicos, tal como la luz del Sol, agua, aire fresco, material para los alimentos y refugio y la sustancia de Luz electrónica que hace latir a nuestros corazones y nos permite vivir, movernos, respirar, pensar y tener a nuestro Ser en el plano físico. 

A cambio estuvimos de acuerdo en que equilibraríamos nuestro regalo de Vida utilizando nuestra Fuerza de Vida y nuestras facultades creativas de pensamiento y emociones para expandir los límites del Reino del Cielo en la Tierra. Estuvimos de acuerdo que utilizaríamos nuestro don de libre albeldrío para observar los patrones de perfección del Cuerpo Causal de Dios y luego combinar estos patrones en nuestras únicas y propias maneras para crear las nuevas, y previamente expresiones desconocidas de Divinidad en el mundo de la forma. Estuvimos de acuerdo en enviar nuestro regalo de Vida de formas que añadirían Luz al mundo. Esto es fácilmente hecho a través de nuestras expresiones de amor, reverencia por toda Vida, gratitud, sabiduría, abundancia, paz, alegría y felicidad que bendicen a toda Vida sobre la Tierra. 

Cuando
caímos en el abismo de nuestras propias deformaciones humanas, olvidamos los pactos que hicimos con Dios. Aún cuando estábamos todavía recibiendo y utilizando todos los  regalos de Vida que nuestro Padre-Madre Dios nos estaban suministrando, no estábamos devolviendo nada a cambio.   No estábamos cumpliendo nuestra parte del acuerdo equilibrando los regalos de Vida que estábamos utilizando añadiéndolos a la Luz del mundo. Esa conducta centrada en sí misma efectivamente bloqueó el flujo de la abundancia de Dios.

Una vez que nuestro suministro fue bloqueado caímos en el patrón disfuncional de la lucha cotidiana sólo para hacer suficiente dinero para pagar las cosas que necesitábamos para sostener nuestros cuerpos físicos. Aquellas eran las mismas cosas que Dios ya nos había otorgado gratuitamente. Cuando   gastamos nuestro tiempo, energía y dinero para pagar lo que Dios ya nos ha provisto, es como no devolver  nada en absoluto para equilibrar nuestro regalo de Vida. Ese desequilibrio nos atrapó en un modo de estancamiento. Como resultado fuimos arrojados en la angustia paralizante de pobreza que sólo perpetuó nuestra consciencia de carencia y limitación.

Esa condición desconcertante es la causa de la pobreza que hemos experimentado durante muchas vidas, y es la razón de las situaciones financieras que están afectando la economía global ahora. La buena noticia es que creamos este problema y tenemos el poder de hacer algo al respecto. Tenemos la habilidad de renovar nuestros contratos con Dios y reclamar nuestra prosperidad.

Todo lo que debemos hacer para renovar nuestro contrato con Dios es comenzar a hacer lo que estuvimos de acuerdo en hacer en primer lugar. Esto quiere decir que necesitamos equilibrar el regalo de Vida que nosotros recibimos y beneficiarnos cada día, devolviendo algo a cambio y expandiendo los límites del Reino del Cielo en la Tierra. Eso puede sonar complicado pero es en realidad muy simple. Cualquier cosa que hagamos para mejorar la calidad de Vida sobre la Tierra expande los límites de la Divinidad y añade la Luz al mundo. Cualquier cosa que hagamos para bendecir a toda Vida, compartiendo nuestro amor, reverencia, adoración, gratitud, sabiduría, abundancia, paz, alegría y felicidad acentúa más áun la creación del Cielo en la Tierra.

Existen
muchas formas para abrirse al flujo de la abundancia de Dios ya que existen personas en el planeta diseñando maneras para equilibrar su regalo de Vida compartiendo su amor y agradecimiento. Si específicamente nosotros queremos aumentar la abundancia del dinero en nuestras vidas, de todas maneras, existe un proceso muy específico que debemos seguir.



AUMENTANDO NUESTRO FLUJO DE FONDOS



En el tiempo presente utilizamos el dinero como nuestro medio de intercambio, así que para que nosotros logremos prosperidad y para convertirnos financieramente libres necesitamos aumentar nuestro flujo de dinero. Podemos fácilmente hacerlo aplicando la Ley Universal del Círculo. Recuerden lo similar  atrae a lo similar. Lo que enviamos en la forma de energía se expande y nos regresa. El dinero es energía. Para que nosotros podamos atraer más dinero hacia nuestras vidas necesitamos repartir dinero.

Huelga decir que nosotros estamos enviando toneladas de dinero para pagar nuestras necesidades corporales. El problema es que Dios ya proveyó esas necesidades gratuitamente, así que el dinero no cuenta como nuestro  regalo de reconocimiento en equilibrio por nuestra Fuerza de Vida. Para aumentar  nuestro flujo de caja, debemos dar dinero de regreso a Dios, en agradecimiento por nuestra regalo de Vida, para sostener las cosas por encima de lo que gastamos para sustentar nuestros cuerpos físicos.

La clave espiritual para aumentar nuestro flujo de caja es que nosotros demos una porción de nuestro dinero hacia personas que lo utilizarán para asistir en cocrear el Cielo en la Tierra. Existen una miríada de senderos que pueden culminar en esto. Podemos dar dinero a la gente, instituciones, organizaciones, entidades de caridad, grupos espirituales, grupos religiosos, corporaciones, grupos de derechos humanos o animales, grupos ambientalistas, misiones asociadas con la ciencia, la medicina, la investigación humana asociada con la ciencia, la medicina, la investigación, combustibles alternativos y fuentes de energía, las artes, la educación, la paz global, el desarrollo sostenido, justicia o a cualquier otra persona, lugar, condición o cosa que nosotros sepamos esté funcionando con reverencia por TODA Vida y un genuino deseo para cocrear las maravillas del Cielo en la Tierra. 

El
consenso general es que si damos una pequeña cantidad como el 10% de nuestro ingreso de regreso a Dios en agradecimiento por nuestro regalo de Vida, nos abriremos a tal influjo de dinero que no podremos manejarlo todo. 

La actitud y la consciencia con la que damos nuestro dinero es decisiva para nuestro éxito. Nuestro dinero debe ser entregado libremente sin ningún cordón anexado. No podemos esperar ninguna cosa a cambio de la gente o de los lugares donde lo regalamos; fuera de utilizar el dinero para el bien más elevado de todos los involucrados y para mejorar la calidad de Vida sobre el planeta.

Una vez que donamos nuestro dinero, es importante para nosotros admitir, reconocer y aceptar que, de acuerdo a la Ley Universal del Círculo, el dinero se expandirá y nos regresará a través del suministro de Dios de todas las cosas buenas. 

La razón por la que necesitamos afirmar conscientemente el regreso de nuestro dinero se debe a que hemos olvidado que el dinero es una forma de energía que debería marcharse y regresar a nosotros  todo el tiempo. Hemos estado sencillamente bloqueando ese proceso natural con nuestra consciencia de pobreza. 

A través de la percepción distorsionada de nuestros egos humanos, hemos desarrollado la expectativa de que el dinero se va pero que nunca regresa. Al afirmar nuestro Derecho Divino de Nacimiento y decretando aceptar el flujo de abundancia ilimitada de Dios, nosotros nos reprogramamos para esperar la prosperidad.  Podemos comenzar reclamando un retorno de diez veces el de nuestro regalo, pero en Verdad, no existe ningún límite para la devolución que podemos esperar. Cuando declaramos el siguiente decreto con profunda emoción, afirmamos nuestro regalo de amor y agradecimiento y reclamamos nuestro flujo de abundancia de Dios,  del caudal que reingresa.



DECRETO DE PROSPERIDAD



YO ESTOY dando __($100.00)__ de regreso a Dios con amor y agradecimiento por mi regalo de Vida.

YO ESTOY recibiendo con gratitud __($1000.00)__  del flujo de la abundancia infinita de Dios, del caudal que reingresa,  con el bien más elevado para todos los involucrados.

Una vez que damos nuestro amor y agradecimiento por nuestra Vida de regreso a Dios  en la energía del dinero y reclamamos  un flujo de retorno de la abundancia de Dios de diez veces, es importante para nosotros esperar en forma consciente recibir un aumento de dinero.  No debemos limitar a Dios   tratando de calcular de dónde vendrá del dinero, sólo necesitamos estar abiertos y receptivos a cada vía individual de retorno.

Cada vez que recibimos dinero en forma inesperada o alguien nos compra algo o nos paga por algo que pensábamos que deberíamos pagar nosotros mismos, deberíamos aceptar que es abundancia de Dios fluyendo de regreso a nuestras vidas. Si las cosas que necesitamos están en venta o si nuestras facturas son menores a lo que pensábamos que deberían ser, ese es nuestro regalo del dinero que está regresando a nosotros. Si alguien nos da un producto que pensábamos deberíamos ir a comprar o si conseguimos un aumento o un trabajo mejor pago, estamos recibiendo la abundancia de Dios. Si alguien finalmente nos paga una vieja deuda que pensábamos ya por perdida para siempre o recibimos un reembolso mayor del que estábamos esperando en nuestro  impuesto anual sobre los ingresos, deberíamos reconocer que el dinero es parte de nuestra abundancia que está regresando.

A medida que participamos en dar y en recibir en amor y agradecimiento por nuestro regalo de Vida, la abundancia de Dios se convierte en un estado siempre presente del estado del Ser y una presencia tangible en nuestras vidas.  Cuanto más cumplimos nuestro acuerdo original con Dios y equilibramos nuestro regalo de Vida añadiendo Luz al mundo, a través de nuestros pensamientos, palabras, emociones, acciones y dinero, cuanto más rápidamente seremos libres financieramente. 


Patricia Diane Cota-Robles
New Age Study of Humanity's Purpose
a 501 (c) 3 nonprofit educational organization

Sitio Web: http://eraofpeace.org        
       
FAX: 520-751-2981;
Phone: 520-885-7909

New Age Study of Humanity's Purpose
PO Box 41883,
Tucson, Arizona 85717

Este artículo tiene derechos de autor, pero tienes permiso para compartirlo a través de cualquier medio siempre que se incluya los créditos correspondientes.

©2009Patricia Diane Cota-Robles

La información de este mes ha sido dada a la Humanidad por los Seres de Luz en Los Reinos Iluminados de la Verdad. El Divino Intento de esta información es animar, dar poder, elevar e inspirar a todos nosotros para poder ver el panorama completo, durante estos tiempos maravillosos, pero extremadamente con desafíos.

 

 

Traducción al español compartiendo la Luz, Alicia Virelli, avirelli@fibertel.com.ar