NOTICIAS DE
Para
los científicos de nuestro tiempo la historia geológica de
Nuestro
planeta alterna su polaridad cada vez que completa un ciclo, unas veces los
polos magnéticos de la Tierra han estado alineados tal como nosotros los
conocemos ahora, y en otros ciclos han estado invertidos. También la dirección,
en la que rota la Tierra alrededor de su eje, ha cambiado de acuerdo a la
orientación que hayan tenido los polos magnéticos.
El
campo magnético de la Tierra se origina en el núcleo incandescente de hierro en
el centro de la Tierra. La velocidad de rotación de este núcleo es variable, y
según ésta se incremente o desacelere, los campos magnéticos se manifestarán
con mayor o menor intensidad. A más velocidad en la rotación, corresponde un
campo magnético más fuerte, y a menor velocidad de giro, un campo magnético más
débil.
En el
ciclo actual, el punto de máxima intensidad del campo magnético se alcanzó hace
2000 años, mientras que, en nuestros días, el campo magnético ha venido
debilitándose. Y lo hace en progresión geométrica: mientras más rápido cae, con
más velocidad sigue cayendo.
En una
escala de 1 al 10, siendo 10 la medida de magnetismo más fuerte, en 1996
estábamos en 1.5 y ahora nos encontramos por debajo de 1. Este indicador nos
muestra que estamos en la antesala de una inversión de los polos magnéticos,
que, según los entendidos, puede ocurrir en cualquier momento. Cuando esto
ocurra, el campo magnético, que antes nos protegía de la radiación solar y
estelar también desaparecerá. Permaneceremos en un estado nulo de magnetismo
por aproximadamente tres días y luego nuestro planeta comenzará a girar, pero
en sentido contrario. Los polos se habrán invertido: el norte se habrá cambiado
en sur, y el sur en norte. Hay que advertir que este cambio se da solo a
niveles electro-magnéticos, y que no se trata de que la Tierra vaya a dar
físicamente un bote de 180 grados.
Durante
los tres días en que la Tierra permanezca inmóvil, la mitad del planeta quedará
de cara al sol y tendrá un día muy largo, y la otra mitad observará una noche
prolongada. Hay narraciones antiguas que relatan una experiencia similar, y que
nos hacen sospechar que esta inversión polar se vivió en la Tierra en un tiempo
más reciente al anteriormente anotado. La Biblia cuenta que Josué “mandó parar
el sol”. También papiros del antiguo Egipto narran que una vez hubo un día muy
largo en el que el sol salió primero por occidente y se ocultó por oriente, y
luego, sin que mediara la noche, salió por oriente y se ocultó por occidente.
Desde los antípodas en el Perú, se cuenta con el testimonio de los antiguos
Incas, quienes por la misma época experimentaron una noche muy larga en la que
“no hubo amanecer por más de veinte horas”.
Los
tres días en que
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