Bienvenidos al Vacío
Por Sarah Biermann
30 de Abril de 2010
Traducción: Margarita López
He conversado y recibido correos electrónicos de tanta gente que
preguntan todas básicamente lo mismo.
La gente está cansada, exhausta
incluso. No tienen entusiasmo por nada, ni siquiera por las cosas que solían
emocionarlos mucho.
Los cuerpos físico, mental y
emocional y espiritual están desencajados. Los síntomas físicos pueden incluir
problemas de los senos nasales, garganta y oídos, dolores de cabeza, dolores
extraños que parecen ir y venir sin ningún motivo, a veces se siente como si el
dolor estuviera nadando por tu cuerpo. La digestión no anda bien, es incómoda,
demasiado rápida o demasiado lenta. Y el apetito está retorcido, las cosas que
antes sabían bien ya no saben tan bien. Puede haber dolor del cuerpo, fiebre y
síntomas de tipo gripal, y por supuesto, sólo estar muy, muy cansados. La
visión es variable, a veces bastante borrosa.
Los síntomas mentales
incluyen, o bien no poder ni siquiera pensar, o perderse en bucles mentales.
Llevar la cuenta del tiempo es un reto y también lo es cualquier cosa que
requiera un cerebro izquierdo agudo. Es mucho más fácil distraernos y sólo
sentarnos y mirar al cielo, la televisión, un libro o la pared. Esas pequeñas
cosas que solían darte placer simplemente ya no lo hacen.
Las emociones andan
desenfrenadas. Apatía, desesperanza, desesperación, tristeza y una sensación de
estar totalmente vacíos y atascados. Alternativamente, podrías estar
sintiéndote realmente frustrado. Es como un síndrome premenstrual de larga
duración, sólo quieres que la gente te deje en paz y se preocupe de sus propios
problemas. (La gente puede ser tan molesta.) Puedes sentir pérdida de interés
en tu trabajo, tus aficiones, tus amigos e incluso todo el planeta. Apenas
cepillarte los dientes (¡otra vez!) parece ser una lata, y tan tonto. Para qué
molestarse, todo es ilusión de todos modos.
Cuando las emociones están
muy exaltadas, es difícil mantener tu conexión con el espíritu. Es como que las
emociones te hubieran llenado por encima de los ojos y los oídos, así que no
puedes ver ni oír con claridad y no hay espacio para nueva información. ¿Has
notado que cuando te sientes más miserable, asustado o triste, cuando pides
guía al espíritu, no recibes nada?
¿Qué está pasando aquí?
Estamos tan cerca del 2012 y se nos prometió que las cosas mejorarían. Pero
ahora no me importa un bledo nada de eso, yo sólo quiero dormir.
Es como si cada célula, cada
molécula, cada átomo estuviera pasando por una gran transformación. ¡Y es
estresante! Imagínate una bellota. Ha estado en su forma de semilla por mucho
tiempo, esperando para expresar todo su potencial y convertirse en un gran
roble. Pero ahora las condiciones requieren que empiece la transformación. Este
proceso es muy estresante. Se producen cambios químicos en el interior, creando
presión en la cáscara de la semilla. Esta presión se acumula y se acumula
mientras que el ambiente húmedo suaviza la cáscara, haciéndola más débil. A la
larga, la cáscara se parte y el tierno y vulnerable brote comienza a emerger.
Piensa en cómo se sentirá eso
para la semilla. Su cáscara protectora se está debilitando y partiendo. Las
tiernas partes internas, antes tan seguras y protegidas, ahora están siendo
expuestas a un entorno desconocido. Esto es algo que la semilla nunca antes ha
experimentado y no sabe lo que pasará al final.
Esto es lo que está
sucediendo a nivel celular dentro de nuestros cuerpos. ¡No que nos estamos
convirtiendo en árboles! Es una metáfora. Éste es el estrés que estamos
sintiendo en nuestros cuerpos y está utilizando una gran cantidad de energía.
La mayoría de ustedes ha estado viviendo sólo con el poder de su voluntad,
obligándose a sí mismos a hacer las cosas que deben hacer.
Y al mismo tiempo se está
produciendo una poderosa transformación espiritual. Las conexiones energéticas
entre la nueva realidad y la vieja realidad se están desconectando. Todas las
cosas que te definían en la vieja realidad están desapareciendo. Esas cosas
incluyen tus roles (hija, hijo, madre, padre, etc.), tus sueños y las formas en
que manifiestas tus sueños. Ya has dejado ir tantas cosas. Puede sentirse como
si trozos de ti hubieran sido cincelados. Ahora, al final del proceso, es
necesario soltar incluso las cosas que más has amado. Éstas son las cosas en tu
vida, como tu trabajo espiritual, intereses creativos y también las cosas que
forman tu propio ser.
Todos tenemos maneras en que
definimos a nosotros mismos. Las cosas que nos gustan, lo que no nos gusta o
nos molesta. Damos por sentado que esto es lo que somos. Todos hemos tenido
sueños sobre el futuro, tal vez abrir un centro de sanación, o escribir un
libro o vivir en una comunidad y cultivar tu propia comida. Muchas de estas
cosas son lo que realmente nos gusta o amamos acerca de nosotros mismos. En
este momento estamos revisando estas definiciones y sueños. ¿Todavía deseamos
las mismas cosas? ¿Es apropiado llevarlas a la nueva realidad o se basan
demasiado en la vieja energía?
He aquí algunos ejemplos:
Una mujer siempre quiso tener
un centro de sanación. Había estudiado muchas modalidades y, finalmente,
comenzó a trabajar con clientes. El trabajo ya no era divertido. No era
satisfactorio y ni siquiera interesante.
Hablé con un hombre que ha
practicado yoga regularmente durante muchos años. Ha sido muy importante para
él por muchas razones. Ahora ya no tiene ganas de ir a clase.
A mí siempre me han gustado
las plantas. Mi mamá era arquitecta paisajista y agricultora orgánica. Me
criaron para trabajar en el jardín y cuidar de las plantas. Siempre he tenido
“buena mano” y si no podía tener mi propio jardín, por lo menos siempre he
tenido muchas plantas interiores. Esto era algo que realmente me gustaba de mí
misma. Recientemente sentí que todas esas plantas no eran más que una mayor
responsabilidad, sólo más cosas que tenía que cuidar. La alegría y el amor
habían desaparecido por completo.
Esto definitivamente no es un
proceso cómodo. Hay una pequeña voz en tu cabeza que dice: “Si me entrego a
esto, entonces todo estará perdido y nunca me volveré a sentir esperanzado ni
creativo otra vez.” Existe el temor de que nunca vamos a salir del vacío. Lo
que he descubierto es que lo opuesto es verdad. Lo que se requiere es abrazar
el vacío. Déjate sentir la desesperanza, la apatía y el miedo. Pasa algún
tiempo experimentando la intensidad. No tomes ninguna acción todavía. Se me
ocurrió que debía tirar a la basura todas esas (tontas y latosas) plantas de
interior y terminar con ellas. Por suerte, decidí esperar. (O tal vez eso sólo
parecía demasiado trabajo.)
Unos días más tarde me fijé
en una orquídea en una maceta por el camino de entrada a mi casa. Sus flores
acababan de abrirse por completo y me detuve un momento para apreciar la
belleza. Me hizo sentir bien y agradecida. Parece que no perdí para siempre mi
amor por las plantas. Ahora, en lugar de que esta definición sea inconsciente,
basada en mi infancia y costumbre, fue una elección.
No podemos vivir en la
realidad física sin ninguna definición. Para que algo se manifieste debe tener
alguna definición. Lo que está pasando ahora es que se nos está dando la
oportunidad de ver cómo nos hemos definido nosotros mismos, ver qué se siente
al no tener esas definiciones y elegir lo que queremos llevar con nosotros a la
nueva realidad.
Cuando unes el proceso de
re-definición con la transformación del cuerpo físico, tienes una potente
combinación. Y sí, los dos están relacionados. Así que sé muy paciente y amable
contigo mismo. No trates de luchar contra eso. Al leer la energía, veo que no
tenemos más que un par de semanas más de este intenso tiempo en el vacío.
Enfócate en las pequeñas
cosas que te dan placer, ya sea una flor, alguna formación de nubes
espectacular o un abrazo de alguien a quien amas. Pronto las cosas van a
empezar a iluminarse de nuevo. Confía en el proceso.
Sarah Biermann – Maestra,
Consejera Intuitiva, Sanadora Energética, Escritora y Artista www.limitless-one.com – Correo electrónico: sarah@limitless-one.com