Mensaje de Mayo del 2011
Arcángel Uriel a través de Jennifer Hoffman
Traducción al Español: Alicia Virelli
El Camino de
Cada
época de vida es una búsqueda por la verdad y la conexión, de restablecernos
dentro de la energía de nuestros aspectos divinos donde somos poderosos y
amados, nos sentimos seguros, apoyados y felices. Tratamos de crear todas estas
cosas como la verdad de nuestras vidas y nos lleva muchas vidas antes que nos
demos cuenta que existe una verdad fundamental que siempre hemos conocido pero
que nunca aceptamos, ya tenemos todo lo que buscamos y ya somos todo lo que esperamos en convertirnos. La
verdad que buscamos está siempre frente a nosotros pero no podemos verla por un
número de razones, la más importante porque buscamos la verdad en lugares donde
nunca la encontraremos. Y cuando nos
detenemos en buscarla aparece frente a nosotros.
Existen
muchos niveles de verdad, de la misma manera que existen muchos niveles de
energía. La verdad que queremos conocer es que somos poderosos, bendecidos y
amados, así comenzamos nuestro viaje de sanación para liberar todo lo que nos
bloquea para manifestarlo. Buscamos esta verdad en cada situación no dándonos
cuenta que el mundo material reflejará cualquier energía que le inyectemos
porque no contiene su propia verdad y nunca será más para nosotros que lo que
pensemos o creamos que somos. La gente en sus grupos álmicos
no tiene la verdad para nosotros salvo aquélla de conocen como su verdad porque
cada persona vive en el interior de su propia vibración de lo que ellos conocen
como la verdad, basada en lo que ellos han experimentado en y del mundo.
El fundamento de la verdad que buscamos
no puede ser encontrado en el mundo
porque no existe al menos que lo creemos. El mundo material siempre reflejará la verdad de la energía individual y colectiva que la crea
y sin la aplicación de una verdad
más elevada, basada en el espíritu, es incapaz de darnos más que lo que queremos y
de ser más de lo que pensamos que somos capaces. Si queremos saber la verdad,
debemos crearla porque somos la fuente de nuestra propia verdad. Lo que es
verdad para cada uno de nosotros se convierte en nuestra verdad y parte de la
verdad mundial. En palabras más simples, la verdad de que somos merecedores de
amor, éxito y alegría ya existe en el
espíritu y se manifiesta en el mundo material cuando es la verdad que creemos
totalmente acerca de nosotros mismos. La verdad de que no merecemos amor, éxito
y alegría se torna verdadera porque lo creemos y no cambiará hasta que
cambiemos nuestro aspecto de la verdad.
Cuando tratamos de imponer nuestra verdad sobre la de alguien
más, o los hacemos responsables por construir nuestra "verdadera"
verdad, estamos transitando en el sendero de expectativas no cumplidas. Cuando
queremos amor, por ejemplo, nos decimos a nosotros mismos que merecemos amor y
lo hacemos. Pero cuando adoptamos esta verdad "Yo merezco amor" y
luego miramos a otros para hacerlo verdad, “Merezco que me ames” estamos
haciendo dos cosas, acercando nuestro
deseo por la verdad desde el punto de duda (si sabemos que merecemos amor no
necesitamos la validación de alguien) y
estamos haciendo del cumplimiento de nuestra verdad, la responsabilidad de otra persona. Cada uno tiene su propia versión de la verdad
y si nuestra versión está en conflicto con la suya o demanda algo de ellos; que
ellos no quieren o no pueden dar, entonces
ellos responderán al conflicto y nos trabarán para encontrar la consumación de
nuestra verdad con ellos.
Existen dos maneras para alcanzar la verdad, desde el punto del conocimiento o
del punto de la duda. Cuando nos encontramos en el punto del conocimiento no
necesitamos a nadie que valide nuestra verdad. Sabemos que es la verdad y que
nuestra verdad está siendo satisfecha en cada
momento, aún cuando no
siempre veamos los resultados de inmediato.
Pero cuando tenemos duda, creamos una verdad que refleja nuestras dudas
y entonces todo en nuestra vida se
esfuerza para hacerlo realidad. Pensamos que el mundo es nuestro más grande
enemigo y va en contra nuestro, no permite el logro de nuestros sueños y pone
desafíos y bloquea nuestro sendero a
cada paso. Pero el mundo no hace otra cosa que reflejar nuestra verdad y toda
la energía que tenemos por detrás es la verdad. La energía del mundo no juzga,
así que si lo que decimos es verdad, simplemente responde con un poderoso
"Sí".
Cuando nos acercamos a la verdad de la respuesta, que siempre comienza con YO SOY,
la vemos reflejada por todos lados. Pero cuando nos acercamos a ella desde la
pregunta, SOY YO? La vemos reflejada por todos lados
también. Y es así como hemos validado
nuestra verdad o la hemos cuestionado, dependiendo si nos vemos como la
pregunta o como la respuesta. Si nos acercamos al mundo con la pregunta, la
contestación del mundo simplemente refleja nuestra pregunta. Si nos acercamos
al mundo con la respuesta, el mundo entonces cambia su energía por lo que se
convierte en nuestra respuesta. Y existe una gran diferencia, ya que diciendo “YO SOY” establece nuestra
intención para la manifestación. “SOY YO?” pide permiso, que
no obtendremos porque no lo necesitamos.
El conocimiento expande la energía, mientras que la duda la contrae y la energía
nunca puede convertirse en más que nuestra intención para ello. Esa es la razón
por la que aproximarse al sendero de la verdad como una pregunta nunca
producirá la respuesta que nos valide y nos asegure que podemos convertirnos o manifestar esa verdad.
Una pregunta nunca se convertirá más que en una pregunta. La respuesta, no obstante, debido a que establece el
fundamento para la verdad que queremos convertir nuestra realidad, creará la
validación que queremos. El reto para nosotros es tener el coraje para saber la
respuesta antes de recibir la validación – debemos saber que nosotros somos la
verdad más elevada antes de que el mundo valide la verdad para nosotros.
Podemos hacer eso? Podemos saber, sin ninguna duda. Que
ya somos ya todo lo que queremos ser y que al saberlo recibiremos las
respuestas que queremos?
Es lo que
debemos hacer si deseamos que nuestro viaje por la verdad resulte en expansión
en vez de contracción y debemos convertirnos en la expresión más elevada de
nuestro potencial YO SOY y vivir en nuestra propia versión del cielo en la
tierra, sabiendo que somos co-creadores, maestros de nuestro sendero de vida y
expresiones divinas del Creador en
Muchas
bendiciones,
Jennifer
Hoffman y el Arcángel Uriel
Copyright ©2010 por Jennifer Hoffman y Enlightening Life OmniMedia, Inc.
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