Las OCHO claves de
un cerebro joven
Como no todo el mundo
tiene tiempo o ganas de escribir novelas o de tocar el violín, vamos a ver las
claves para mantener el cerebro joven a cualquier edad.
Según el divulgador William
Speed, hay ocho cosas que todo el mundo debería
hacer para que su centro de operaciones no vea menguado su rendimiento:
1. Ejercicio. Según los especialistas en
terapias anti-aging, el
mejor tonificador del cerebro son las zapatillas de deporte, ya que mejora el
ritmo cardiaco y, por tanto, la circulación de la sangre. Un cerebro bien
irrigado mantiene en buen estado las conexiones entre las neuronas, que son
esenciales para el pensamiento. Por tanto, el ejercicio suave suministra más
sangre y oxígeno a nuestro tejido cerebral, evitando que se deteriore.
2. Buena alimentación. El consumo de alimentos
ricos en antioxidantes –frutas y verduras,
legumbres, frutos secos, té verde – no sólo ayuda a prevenir el cáncer,
sino que neutraliza los temidos radicales libres que envejecen el cerebro. Una
dieta demasiado grasa, además, puede derivar en presión arterial alta,
diabetes, obesidad o colesterol, los cuales dificultan el riego sanguíneo
también en el cerebro.
3. Aprender siempre. Aunque nuestra materia
gris empieza a envejecer a los 30 años, un aprendizaje constante
permite mantener la agilidad. Para ello debemos
procurar a la mente ejercicios y nuevos desafíos.
4. Mantener la calma . Jeansok Kim, un
investigador de la Universidad de Washington, asegura "que el estrés puede
dañar los procesos cognitivos como el aprendizaje y la memoria". En
especial, el estrés crónico debilita la región del cerebro denominada
hipocampo, donde se forma y consolida la memoria.
5. Dormir suficiente. Un estudio llevado a cabo
en Harvard con estudiantes de matemáticas demostró que un buen descanso
nocturno duplicaba la capacidad de los participantes para resolver problemas
planteados el día antes. Esto se debe a que, mientras dormimos, el cerebro se
mantiene activo y tiene tiempo de sintetizar lo que ha aprendido con
anterioridad. La expresión “voy a consultarlo con la almohada” tiene, por
tanto, mucho sentido.
6. Reír. El humor estimula la
generación de dopamina, una hormona y neurotransmisor que nos hace “sentir
bien”.
La risa nos ayuda a relativizar nuestras preocupaciones, con lo que evitamos
que nuestra mente se ancle.
7. Aprovechar la experiencia. Lo bueno de hacerse
mayor es que atesoramos un archivo con millones de
situaciones que nos proporcionan criterio. Esta información podemos
aprovecharla para afrontar problemas –nuestros o de otras personas–
para los que una persona joven no está preparada.
8.
-Juegos
para el cerebro.
“Los seres humanos no
dejan de jugar porque envejecen; envejecen porque dejan de jugar” (Oliver Wendell Holmes).
En las farmacias se venden
sofisticados complementos vitamínicos para nutrir nuestro músculo pensante, y
las tiendas de productos naturales recomiendan ginseng
para la vitalidad y gingko biloba
para reforzar la memoria. Sin embargo, la mayoría de especialistas coinciden en
que el juego es el protector número uno de las facultades mentales.
La terapeuta Amber Hensley aconseja incorporar
a nuestra rutina diaria alguna de estas actividades para mantener bien
lubricada nuestra red neuronal:
• Juegos de mesa
como el ajedrez, las damas, el dominó o las cartas, incluyendo los solitarios.
• Puzzles, mecanos y otros
juegos de construcción.
• Crucigramas, sudokus o cualquier pasatiempo.
Para los que se aburren
con esta clase de pasatiempos, aprender un idioma es una
excelente manera de engrasar todos nuestros circuitos cerebrales, ya que implica
ejercitar la memoria, entender nuevas estructuras y sintetizar reglas
gramaticales.
Por supuesto, dos actividades como
leer y escribir también resultan una gimnasia mental de
primer orden, al igual que aprender a tocar algún instrumento musical.
Una actitud optimista será
el complemento imprescindible para que nuestro cerebro sea un generador de
creatividad en lugar de un pozo de lamentos.
Alimentar la curiosidad
y celebrar cada día que pasamos en el mundo es todo lo que hace falta
para no retirarnos nunca del lado soleado de la vida. Como reza un proverbio
irlandés, “nunca lamentes que te estás haciendo viejo,
porque a muchos les ha sido negado este privilegio”.
“La única
forma de mantenerse joven mentalmente es no dejar nunca de jugar.
Independientemente de la edad, debemos vivir como si estuviéramos poniendo a
prueba el mundo, es decir, seguir siendo niños. Cuando observamos a grandes
artistas como Matisse, Picasso o Miró, entendemos que en esencia continuaron
haciendo lo mismo que en su infancia: jugar, divertirse, ponerse nuevos
retos. Mantener la ilusión cada día y no renunciar a los
valores de la infancia es el elixir de la juventud. También para el
cerebro, pues en cuanto empiezas a pensar como un viejo ya has perdido la
batalla.
Por eso es bueno que los
abuelos estén cerca de sus nietos y les vean jugar e imaginar. Los niños son nuestros
mejores maestros” (Gerard Rosés,
pintor).
Compartido por Julia Maitret