Lectura Recomendada y
O.M. AIVANHOV en el mensaje del
30-01-2012.
Original en francés.
http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: VéroniqueLoriot
Traducción: Odilia Rivera
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
AUDIO
Cuestión:
¿cuál es la diferencia entre la guía y la telepatía?
La guía
es diferente de la telepatía. Cuando hablas de telepatía, mencionas
necesariamente a una emisora ya un receptor, mientras que la guía menciona un
confianza pero hacia la Unidad, hacia tu Presencia consciente. La
confianza y la guía son las dos palabras más adaptadas para definir y entender
lo que quieres decir. La mejor guía y confianza no está, aunque eso es útil, en
la comunicación con, incluso un Ángel Encargado. La mejor confianza y guía es
la que viene de tus propias profundidades como un acuerdo, como una verdad
experimentada profundamente y que procura aún más un estado de alineación, de
certeza, independientemente de todo concepto de juicio o percepción intelectual
pero que es verdaderamente como una evidencia. La confianza es una evidencia.
Eso forma parte del aprendizaje, de la experiencia.
Cuestión:
¿Experimento tensiones en el cuerpo, cómo ayudarme a liberarme?
Continuando sobre un concepto muy general que no te es específico, las
tensiones del cuerpo son tensiones que vienen, obviamente, por otra parte. La
otra parte no es otra parte de ti sino un plano mucho más sutil. Las tensiones
expresando una divergencia por relación a la alineación. Estas
tensiones toman a menudo su fuente en otra parte temporal que no concierne al
tiempo que ustedes llaman “presente”, el tiempo del instante. Sin embargo la
naturaleza humana está de esta manera hecha que el tiempo pasado se
imprime en vuestro tiempo presente y bien a menudo sobre su tiempo
futuro. Eso viene de una forma de incapacidad a conectarse a vuestro
presente y a vuestra Presencia. Si ustedes se conectan a su presente
y a su Presencia, la influencia de su pasado no puede perturbar su presente. Lo
que los mantiene en la ilusión de la Presencia de este tiempo pasado
no es más que los apegos creados por ustedes mismos, por las razones que les
son propias pero que no son nunca las buenas razones. La capacidad
para volver a entrar en el presente y en vuestra Presencia es la clave de la
desaparición de sus tensiones proviniendo de vuestra historia y de vuestra
leyenda personal. Están, la mayoría, por lo que son y por el mundo en el cual
evolucionan apegados a vuestra leyenda personal. La leyenda no es
más que una leyenda. Ella pertenece a un tiempo que no existe más y
que por lo tanto se manifiesta en vuestro presente. Lo que significa,
actualmente, que no están totalmente en vuestro presente porque estando
totalmente en vuestro presente, la Presencia se revela y no puede
ocasionar la tensión. El problema es que ciertas de vuestras
herramientas que les han servido para desplazarse y para evolucionar en el
mundo en el cual viven, pasan a ser, en el momento donde se inclinan sobre
vuestra espiritualidad y vuestra Esencia, los obstáculos, precisamente a su
liberación. El presente es Presencia. Presencia a sí-mismo y
no Presencia a su leyenda o a su historia, sea ella alegre o difícil. La
adhesión a vuestra historia o a vuestra leyenda los aleja de vuestro presente y
de vuestra Presencia.
Pregunta:
¿Cuales son las herramientas que nos alejan de nuestra presencia?
No son herramientas exteriores, son sus herramientas para desenvolverse
en este mundo, que ustedes han creado para avanzar en este mundo. Las
herramientas siendo concebidas no como exteriores a ustedes sino interiores a
ustedes mismos, es decir la estructura mental, la estructura emocional, los
funcionamientos de la dualidad interior a su propia Presencia en esta realidad,
no las herramientas exteriores. Lo que ustedes llaman problema, lo
que llaman enfermedad, lo que llaman tensión, son en definitiva el resultante
de sus propios compromisos a sus apegos. Si, por un milagro, por una
experiencia, llegan a vivir el no apego, toda tensión, por lo tanto toda
enfermedad desaparecen instantáneamente. La enfermedad no es más que
la resultante del juego de la dualidad en el seno mismo de vuestra
dualidad. La enfermedad puede ser de diferente causa pero nunca se
ha visto, no han visto jamás, una enfermedad que pueda estar vinculada, de
manera directa, al presente. Una enfermedad está siempre inscrita en
la trama de vuestra leyenda personal, en un momento dado que no es el presente.
Incluso lo que llaman un accidente, una casualidad, no es en realidad más que
el fruto y un resultado de vuestra propia historia. Pero no son vuestra
historia, no son vuestras experiencias, son más que eso. La limitación de la
encarnación les hace adherirse a una creencia. Algunos llaman eso
una matriz, al menos ella alegre o difícil.
La adhesión en el seno de la cual evolucionan, a la cual han decidido
adherirse. En esta matriz, ustedes son obligatoriamente el resultado
del instante pasado y no el resultado del momento presente. La
dificultad viene del hecho, cuando, adhiriéndose a esta matriz, han ocultado el
hecho de que no pertenecen a ella. La matriz se volvió, hasta cierto
punto, tan tangible, tan real en vuestra consciencia (y les garantizo que no
existe a partir de un cierto punto de vista) que les hizo construir y elaborar
las estrategias cada vez más complicadas, cada vez más pesadas correspondiendo
al agobio. Han confundido el agobio y el camino. El agobio, la
densidad, la materialidad mantienen un principio general constante, en vuestra
dimensión que ustedes han llamado acción-reacción.
Acción en un sentido implicando sistemáticamente una reacción, que esta
esté en el mismo sentido o en otro. Mientras funcionan bajo este
principio, siguen siendo parte involucrada de la matriz. No es suficiente, no
adherirse para escaparse, por supuesto, si no salirse sería extremadamente
simple. Así pues, la enfermedad no hace más que ilustrar, en vuestro organismo
creado, la realidad de esta acción-reacción. La salida de la matriz,
la salida de sus enfermedades, la salida de sus tensiones solo puede realizarse
aceptando que la acción-reacción no es ni deseable, ni imponible, ni incluso
una realidad. Es más bien un cambio de visión, desde un punto de
vista más bien una revolución de la consciencia significando que, para salir
de eso, deben colocarse completamente, en plena consciencia, bajo la influencia
de otra ley y de otro mecanismo de funcionamiento. Sin embargo, el
aprendizaje y la repetición de las experiencias y de vuestras historias
personales ha conducido vuestra consciencia incluso a aislarse cada vez más en
el seno de la densidad que viven y de hacerlos adherirse total e
indefectiblemente a esta ilusión.
Pregunta:
¿en ese caso, cual es el futuro de la terapia en general?
Todo depende del futuro que hayan elegido a título
personal. La terapia, el acto de curar, implica necesariamente la
creencia en la enfermedad. Salir de la enfermedad es pues salir de
la acción-reacción para entrar nuevamente bajo la influencia de otro mecanismo
de funcionamiento, escapando a la trampa de la matriz. Así pues, uno
no puede definir una evolución común del concepto de terapia que solo es
función, en definitiva de vuestra propia elección. La terapia
persistirá mientras que exista la acción-reacción. Ella es parte
predominante de vuestro modo de funcionamiento bajo la influencia de la
matriz. La terapia es por lo tanto, ella también, un acto de
oposición. La terapia va por lo tanto a oponerse a la enfermedad.
Cualquiera que sea su mecanismo de acción, ella trata de borrar o transcender,
poco importa, una noción de tensión, de sufrimiento o de enfermedad, por la
contribución de algo viniendo a contrapesar una acción. Se trata
siempre pues de una acción-reacción y en consecuencia de un principio general
que causa y que mantiene la dualidad. Por lo tanto no quiero decir,
obviamente, que es necesario dejarse morir, pero, sin embargo conviene integrar
que la terapia participa en el mantenimiento de la matriz cualquiera que sea la
terapia considerada, que esta pertenezca y obedezca a las leyes de la densidad,
como la terapia perteneciendo a los ámbitos mucho más sutiles.
El resultado todavía es implicar una reacción por relación a una
acción. La enfermedad pudiendo ser descrita como una acción, la
terapia, ella como una reacción a la acción de manifestar una enfermedad,
cualquiera que ella sea, o una tensión, incluso en el caso de enfermedades que
serían causadas por un factor exterior a ustedes. La enfermedad
implica una reacción. Generalmente, el ser humano concibe la enfermedad como un
factor de rebasamiento o transcendencia. Mencioné anteriormente el
concepto del aguijón. Conviene comprender bien que mientras el aguijón sea
necesario para hacerles avanzar, este existirá. Sin embargo, la
enfermedad permanece permanentemente bajo la influencia de la acción-reacción.
Pregunta:
¿Incluso si esta terapia es una radiación de Amor?
En ese momento allí, no es una terapia. El estado de ser
induce un cambio de paradigma. Este cambio de paradigma puede tener
un efecto que calificarían fácilmente de terapéutico. Sin embargo, no se trata
allí de una reacción, se trata de una transcendencia que va en el sentido de la
salida de la acción-reacción. No hay en absoluto el mismo efecto de la
aplicación del Amor en la desaparición de una enfermedad. El Amor
que implica una desaparición fuera del espacio tiempo habitual (es decir,
instantáneo y no lineal) de una enfermedad, lo llaman un milagro. El
Amor supera su historia personal. La gracia en ese momento, hace posible
la curación.
Pero el objetivo del Amor que se manifiesta, en este momento de esta
gracia, no es la curación. La curación ocurre porque no tiene ya su razón de
ser. La enfermedad no tiene ya su razón de ser. Esto que es otra
cosa que considerar el Amor como un acto de terapia. Hablar o
considerar el Amor o la Ayuda o el Servicio como un acto de terapia
es también una forma de acción/reacción. Por otra parte, deben
diferenciar de manera formal, llamemos eso un terapeuta que intervendría por
amor, por compasión, por sentido de deber o por sentido del servicio sobre otro
ser humano, incluso por los caminos e inclinaciones que calificaría de
espirituales, como el rezo por ejemplo. O, obviamente, no pasa nada, lo que es
totalmente posible, o hay una puesta en marcha de una forma de curación que
sigue una escala de tiempo, en cuyo caso, no se trata de un milagro sino una
vez más de una acción-reacción. Solo la transcendencia de la
curación en la instantaneidad, que llaman milagro, se convierte en ese momento,
realmente, en un acto de Amor.
Pregunta:
¿Qué es lo que puede ayudarnos a avanzar hacia el abandono sin hacer intervenir
el mental?
Avanzar hacia el abandono firma, en la simple declaración de esta frase,
que el enfoque del abandono es mental. El abandono no está
absolutamente, lo comprendieron, al menos lo espero, en un acto
mental. El abandono no puede ser una estrategia que se elabora o se
construye. El abandono se incorpora a eso que he llamado un umbral de confianza
y un umbral de consciencia. El abandono participa en la salida
incluso de vuestra matriz y por lo tanto la salida de vuestra historia, de
vuestra leyenda personal a través de la acción-reacción y el acceso a lo que
llamaría la acción o el estado de gracia. No hay camino que conduzca
al abandono ya que mientras imaginen un camino ponen una distancia más o menos
larga, más o menos dura a recorrer, para llegar al abandono. El
abandono obedece a la noción del umbral. El abandono es una salida,
como lo decía, de vuestra historia personal y por lo tanto una salida de la
influencia de vuestro propio pasado sobre vuestro presente. El
abandono corresponde a volver a entrar en la
Presencia. Esta Presencia pueden llamarla Yo Soy, pueden
nombrarla: Radiación, guía, confianza. El abandono no puede
construirse. No es un camino, no es cualquier cosa que se construya, no es
cualquier cosa que se negocia, es algo que se acepta. Se trata de pasar de la
acción/reacción así pues del estado de tensión al estado de abandono
que es una relajación. Una relajación no quiere decir
descuido. Una relajación quiere decir simplemente pasar de la
acción/reacción (y por lo tanto de la tensión implicada incluso por la
existencia de la acción/reacción) a la acción de la gracia es decir por la
aceptación de un principio vibratorio de pasaje, por la conciencia, de un
nivela otro.
Concebir el abandono a través de su comprensión intelectual los aleja,
por lo mismo, del abandono. La palabra más justa, o la expresión más
justa concerniente a la realización de este estado de abandono, consiste en hablar del umbral de consciencia. Existe en
efecto, un instante, este instante está desapegado del pasado y del futuro.
Corresponde a un instante donde ustedes pasan de lo que llamaría un presente
escaso a un presente amplio o, silo prefieren, al paro del tiempo tal como ha
sido definido por muchos místicos, al momento de su transcendencia del tiempo y
del acceso a su Divinidad. Así pues, este umbral de consciencia puede, por su
parte, ser alcanzado, abordado, no tanto a través de un camino, no tanto a través
de una actitud, no tanto a través de un mecanismo sino más bien como una salida
del tiempo que ocurre en un momento llamado iluminación o
transfiguración.
Por otra parte y a menudo, este instante privilegiado entre todos
se manifiesta y es manifestado por muchas almas en peregrinación en este mundo,
en los momentos más inesperados. Esos momentos, los más inesperados
son frecuentemente los momentos extremadamente simples. Se trata de momentos
donde la simplicidad de ser toma la delantera sobre la complejidad de vuestra
vida y de vuestra leyenda. Este momento, localizable entre todos por
aquel que lo vive porque define un antes y un después de, no es similar a nada
más, en el sentido donde este momento se define como una salida del eje lineal
del tiempo.
Mientras lo busquen, podría decir sin hacer juego de palabras, que él se
aleja de vosotros porque el abandono no es una búsqueda. Tocar un
umbral de consciencia necesita de un cierto estado. La palabra más adaptada a este
estado es el estado de espontaneidad. Este estado de espontaneidad
corresponde a una acción liberada de toda implicación y de toda incidencia que
la vivencia misma de este instante. No puede por lo tanto ser creado
por el mental. No puede por lo tanto ser decidido por la intención
que es, ella también una tensión, solo puede vivirse a través de la
espontaneidad que es la característica de la salida de la acción/reacción a fin
de entrar en el estado de gracia. El estado de gracia corresponde a
un estado unitario donde la dualidad, obviamente, desaparece totalmente. Es un
estado, localizable, que deja una impresión en sus antecedentes y en vuestra
historia que va a permitir por lo tanto, no por la reminiscencia sino por la
instalación de este momento en la duración, existir permanentemente y de
liberarles, a medida de su propia duración, de la matriz y de la
acción-reacción, todo manteniendo vuestra vida dual. Sin embargo su
leyenda personal, vuestra historia personal, es profundamente modificada en ese
momento. Esto es realizado por algunas experiencias místicas pero, de
manera igualmente lógica, por la experiencia llamada de muerte inminente,
acompañada de los mismos fenómenos de abandono puesto que en ese momento hay
estado de muerte inminente y en consecuencia abandono de su historia personal y
su leyenda persona.
Pregunta:
¿Cómo preparar lo mejor posible la llegada de un alma que debe encarnarse?
Es un objetivo noble el querer acoger un alma que desea venir en su
manifestación. Eso es un papel atribuido a lo que ustedes llaman algunas
entidades maternales progenitoras. La llegada de un alma se hace en
momentos, privilegiados, como ya se sabe. Estos momentos son en
función de algunas vibraciones y algunas resonancias, independientes de la
madre, de la progenitora e incluso del padre, pero en función de la propia
leyenda personal del alma que debe obedecer a algunos mecanismos precisos,
tanto vinculados al reloj astronómico como a configuraciones
particulares. Así pues, no tienen ningún poder para decidir este
momento. El momento en que eso ocurrirá es elegido por el alma y no por el que
llama o desea acoger. Por lo tanto no hay preparación para
eso.
La potencia de su recepción, la potencia de su llamada, incluso si puede
parecerles determinante, no es la condición principal para que esta alma se
encarne tal como lo piensan. Pero solo hay las consideraciones del
reloj del tiempo, del reloj de las firmas planetarias astronómicas que deciden
a fin de permitir y de proporcionar al alma en descenso en vuestra densidad
de pegar su proyecto y su plan de vida futura con la realidad
vibratoria de las configuraciones astronómicas. En resumen, la encarnación de
un alma no depende ni del padre ni de la madre sino más bien del alma ella
misma incluso si un cierto número de resonancias, que ustedes llaman Kármicas, son necesarias para que un alma venga a
encarnarse en vuestra densidad. Ya que esta alma no teniendo ninguna
relación kármica, así pues de
acción/reacción con ustedes, ella no tendría ninguna razón de encarnar entre
ustedes. Lo que desencadena la elección de la encarnación es pues
una dependencia a la ley de acción-reacción y nada más.
Pregunta:
¿Los padres pueden a pesar de todo facilitar su descenso?
Yo
rectificaría el descenso por la caída. La caída de un alma (ya que es más bien
de una caída que se trata) no es un acto feliz sino un acto infeliz para esta
alma, incluso si ella lo desea de todo corazón. Ella viene
en un medio ambiente por Amor y para el Amor, con el fin de suprimir
una determinada forma de acción/reacción. Así pues aunque desde su
punto de vista (que solo compromete por otra parte su opinión), el descenso de
lo que llaman un alma (la caída de un alma en un cuerpo en su densidad) es un
medio ciertamente para esta alma de evolucionar y en alguna parte de intentar
limitar la acción/reacción.
Hay
pues realmente un concepto kármico en el sentido a la
vez más noble y a la vez el más doloroso en la venida de las almas
sobre la Tierra. No tienen ustedes ningún medio de favorecer el
descenso de tal o cual alma. Esta, una vez más, solo hace sus
elecciones en función de las circunstancias astronómicas que van a permitirle
ajustar lo mejor posible su proyecto de vida y su leyenda personal con vuestro
propio karma en ustedes. Dicho de otra manera, solo hay nacimiento kármico, excepto, obviamente, para los muy grandes seres
pero que, en general, no eligen esta vía de la caída en la encarnación sino
otros métodos con el fin de manifestarse en su densidad.
Obviamente,
concibo totalmente que vuestro punto de vista no sea el mismo
absolutamente porque para ustedes, acoger un alma es un acto de
Amor. Diría que es un acto sobre todo kármico
y un acto kármico, incluso por Amor, no es un acto de
Amor. Se trata sistemáticamente de un karma con los
padres. Sino hay karma, no hay nacimiento. Lo que explica
de manera evidente, que la mayoría de los seres realizados, grandes guías
espirituales de este planeta nunca han tenido hijo, excepto el más grande de
ellos, pero por razones que no tienen nada que ver con cualquier karma.
Pregunta:
Es decir ¿cuál y porqué?
El
Cristo. La razón es de anclar, en vuestra densidad, el principio que
el mismo ha anclado sobre la Tierra. Si él no hubiera
hecho este anclaje, por una filiación hereditaria directa, vuestro mundo, tal
como lo viven, habría desaparecido desde hace mucho tiempo. Es mucho más de lo
que creen. Era importante debido a las condiciones históricas de la venida de
este ser. Ahora, obviamente, los tiempos no son ya los mismos y en
consecuencia eso no tiene y a la importancia que tenía en ese momento.
No
tenemos más preguntas, les agradecemos.
Gracias.
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