Lección Uno
Cultivando las Verdaderas Intenciones:
Permanecer relacionado con Ellas
Y Reconocerlas en
Si hoy fuera el día en el que se sentaran bajo un árbol de los deseos,
¿Qué es lo que desearían?
Comenzamos el curso
planteándoles esta pregunta. ¿Tienen algún deseo? ¿Hay algún regalo que estén
esperando recibir o dar a su vida? Si
es así, permitan que hoy sea el día en el que se atrevan a dar un paso hacia
delante, totalmente presentes al poder que se abre ante ustedes conforme
expresan este deseo. ¡Bienvenidos a nuestro curso!
El Corazón Contemplativo: Un Camino hacia
Cultivando las Verdaderas Intenciones
Cuando medito
en esta pregunta, me transporta hacia un elemento mágico de mí mismo. Cuando
medito en esta pregunta, tengo la sensación de que estoy sentado con mi abuelo,
observando sus viejos y sabios ojos y creyendo que esta pregunta es especial.
Esta no es la misma cuando me preguntan qué es lo que quiero para mi cumpleaños
o para Navidad. Esas preguntas han perdido su fulgor a través del tiempo, pero
esta – ah, esta pregunta me ofrece un
viaje de vuelta a otro tiempo, cuando el arte de preguntar era algo serio y
cuando a partir de una respuesta bien pensada, se desenvolvían grandiosos
acontecimientos.
Así que
hagamos una pausa y preparémonos para entrar en esta pregunta. Pensemos cuando
abundaban los árboles de los deseos en este planeta. ¿Quizá tienen algún
recuerdo de un árbol de los deseos almacenado en ático de su mente? Si es así,
sáquenlo a la luz. Tomen asiento debajo de ese árbol en su mente. Pronto
haremos una contemplación profunda debajo de ese árbol y descubriremos la
intención de nuestro corazón.
Pero primero,
pongamos a prueba nuestra mente para que conteste esta pregunta. Esto es sabio,
porque sino le damos una oportunidad a la mente, de todas maneras intentará
intervenir. Se han dado cuenta que cuando ustedes intentan mantener a la mente
fuera de algo que están haciendo, esta sólo trata de entrometerse con más
fuerza? Como un niño que quiere participar en el
juego, incluso sin tener la suficiente edad para comprender cómo se juega, la
mente quiere jugar con nosotros. Así que invitemos a la mente a que haga su
mejor intento.
Para ello,
saquen su diario y anoten nuestra pregunta en la parte superior de una hoja
nueva. Anoten todo lo que su mente piensa
que quiere. Anoten las cosas que ustedes quisieran poseer, la gente que quieren
en su vida, las aventuras que desean tener. Como dicen en Maine,
Ataquen. Cuando terminen, cierren sus
ojos y revisen que la mente no haya olvidado algo. Mediten en silencio con su
mente y pregunten si hay algo más que quiera agregar. Pueden apartar estas
respuestas, las trataremos más adelante. Ahora comiencen a escribir.
Alguna vez han
visto a su mente como si fuera un niño ansioso intentando crecer y convertirse
en una mente GRANDE? En mis veinte años dentro del
camino hacia
Para la
mayoría de nosotros, nuestra experiencia mental es aquella de un niño queriendo crecer con desesperación. Sabemos
que existe una potencia inherente de la mente. Sin embargo, lo que ese poder
implica y cómo lo retenemos continúa siendo en el mejor de los casos un
misterio y en el peor, un rompecabezas enloquecedor y sin solución.
Existe una
historia sobre Sir Lawrence Olivier que ilustra el
poder inherente de la mente, ya sea que tengamos acceso conciente a ella o no.
Una noche, Sir Lawrence representaba el papel principal en la producción
Londinense de Shakespeare, Hamlet.
Cuando bajó el telón, él permaneció en el escenario, aturdido por la magnitud
de su representación y por los extraordinarios sentimientos que corrían por su
cuerpo. En un silencio asombroso, se inclinó ante el auditorio y después de
tres ovaciones de pie, pudo al fin escapar entre bastidores para estar solo.
Cuando entró en su camerino, su ayudante le aplaudía y lo elogiaba una y otra
vez por su representación. Pueden imaginar la sorpresa del ayudante cuando Sir
Lawrence lo calló y le prohibió que continuara.
“Pero, por qué?”, preguntó el ayudante. “Su representación quedará en la
posteridad como la mejor de Hamlet.”
Moviendo su
cabeza, Sir Lawrence respondió: “Lo sé, pero no tengo idea de cómo lo hice. Ni
siquiera sé quién lo hizo.”
En las
filosofías espirituales de
Nos volvemos
amigos de la mente al sondear más profundo y repetidamente en su misma esencia.
Eso es lo que vamos a hacer ahora. Cuando lleguen a la palabra Pausa, cierren sus ojos y comiencen a
tomar algunas respiraciones profundas. Permitan que la respiración encuentre su
paso hacia su pecho y llene sus pulmones todo el camino hacia arriba. Después
diríjanla más profundo, hacia su vientre. Conforme éste se relaja, continúen
respirando suave y tranquilamente. Luego hagan la pregunta de nuevo: ¿Si hoy
fuera el día en el que se sentaran bajo un árbol de los deseos, qué es lo que
desearían? Mediten en la quietud de la conciencia pura sosteniendo su
conciencia con delicadeza alrededor de su corazón y ahora permitan que la
respuesta venga de ahí: el hogar de la mente.
Pausa.
Escriban en su
diario lo que haya surgido. No importa si tiene sentido o no; el corazón habla
en su propio lenguaje. Nos pasamos la vida aprendiendo a entender este
lenguaje, pues el corazón es de donde se origina la mente. Recuerdo cómo en un
tiempo esa idea me resultó revolucionaria. Estudié psicología en la universidad
y se me enseñó que la mente se localizaba en el cerebro y en sus redes neurales asociadas. Cuando por primera vez escuché la idea
de que la mente tiene su fuente en el corazón, fui muy escéptico, pero una vez
que comencé a meditar, descubrí que casi siempre después de que terminaba mi
sesión de meditación, mis pensamientos y sentimientos se extendían espontáneamente a partir de una convicción –
una voz tranquila y silenciosa que me guiaba desde el interior – mi corazón. No
estaba analizando, sopesando consecuencias o juzgando, sino tan sólo escuchando
a esa voz.
Miren lo que
han escrito. ¿Cuál fue su primer pensamiento o sensación cuando recibieron la
intención de su corazón? Enciérrenlo en un círculo y contemplen cualquier
conexión que ustedes vean entre lo que emergió del corazón y sus deseos
iniciales como los dictó la mente. El aprender a hacer nuevas conexiones entre
cosas o acontecimientos sin relación aparente es primordial para progresar en
Todo en su
vida está hecho de la misma sustancia, energía conciente. Esa silla en la cual
están sentados, incluso el piso sobre el cual se apoya es energía conciente
pura. Esta pantalla que ustedes ven está hecha de plasma, la cual es cuarzo
traslúcido y también es ese fluido de su sangre y de la linfa y también una colección de partículas
cargadas parecidas a gas que habitan en la atmósfera. Así que, como el agua,
este material puede ser sólido, líquido o gaseoso,
pero aún sigue siendo plasma. De igual forma podemos experimentar a la mente en
un estado etéreo o gaseoso – nuestras intenciones caen en esta categoría; o
podemos sentirlas en una forma más sólida – los acontecimientos tangibles que
nos encontramos en nuestra vida diaria.
Debido a que
todo está hecho de conciencia y sólo porque ustedes han viajado hacia la
conciencia pura para recibir la intención de su corazón, ¿pueden ver ahora el
por qué es importante cultivar una intención pura para su vida? Las intenciones
le dan forma a nuestras percepciones, las cuales crean nuestra experiencia de
la realidad. Los sentimientos salen de nuestros pensamientos; tenemos un
pensamiento, lo creemos y esto genera un sentimiento. Los viejos sentimientos
se originan de las viejas creencias, las creencias que crean nuestras
percepciones de la vida. Ya sea que las elijamos en conciencia o no, estas
creencias también crean lo que deseamos. Desafortunadamente, mucha gente vive
creencias subconscientes sobre la forma en que es la vida y sólo pueden vivir
la experiencia que surge de estas creencias – ya sea que estas sean estudiadas
o no.
Por ejemplo,
digamos que una persona sufre de alguna enfermedad. Después de que cierto
estado de salud ha permanecido con él, comienza a diseñar su vida alrededor del
mismo y lo llama realidad. Tiene un “régimen medicamentoso” que debe seguir tres veces al día, no puede
salir de noche o en clima frío o húmedo. Con el tiempo, ya ni siquiera puede
recordar cuándo vivía sin esta
aflicción. Se puede plantear un escenario paralelo para las adicciones,
trabajos sin porvenir, relaciones frustradas, pobreza, necesidad de guerra y
cualquier otras aflicciones humanas que nos endosamos porque creemos que eso es lo que somos! Pensamos que
somos dependientes de la condición y nuestra vida se ha centrado en ella en
todas las formas. En realidad este es tan sólo un pensamiento indiscutible.
Una vez que el
patrón se vuelve parte de la fabricación de nuestra vida diaria, ya no tenemos
más objetividad para ver cómo lo estamos creando, pues ahora se ha convertido,
a través de nuestras percepciones, en la única forma en que la vida puede ser:
realidad. ¿Les suena familiar? Incluso podemos levantarnos molestos y discutir
con la gente que llega a nuestras vidas para ayudar a liberarnos de esta
prisión auto-impuesta.
Recuerdo que
trabajé con un hombre que estaba dedicado devotamente a
Entonces en
una sesión le dí algo que aprendí de uno de mis
maestros: si alguien te llama caballo, está loco; si dos personas te llaman
caballo, hay una conspiración; si tres personas te llaman caballo, es mejor que
te compres una montura. Se sonrió, pero no le dio relevancia alguna a este
predicamento. En la siguiente sesión el vino con una fotografía de una montura.
Cuando le pregunté el motivo, dijo que desde la última vez que nos vimos se vio
bombardeado por señales y símbolos relacionados con sus cuestiones
controladoras. Al llegar a casa después de la sesión, su esposa lo planteó con
él espontáneamente. Esa semana, durante una evaluación hecha por su supervisor,
calificó bien excepto en el área de desarrollo personal, en donde se le decía
que tenía que trabajar en dejar de controlar los proyectos de los demás. Por
último, el tercer golpe vino cuando un día su hijo de cuatro años le gritó de
la nada: “Papá, tu no controlas mi vida!”
Es interesante
que una vez que aceptó esta cuestión, encontró el enlace a su intención.
Mientras estaba ciego a su naturaleza controladora, no podía abrirse a los
caminos a los que el Espíritu lo estaba guiando para ser tanto próspero como
espiritual. Al principio mi cliente no podía ver su naturaleza controladora
porque se había vuelto tanto una parte de su vida que no podía imaginarse el
vivir sin ella.
¿Cómo podemos lograr salirnos de estos problemas que parecen tejidos a la
misma tela de nuestro ser? Obsérvenlo todo a través de los ojos de su
intención. Piensen en las últimas veinticuatro horas de su vida. Encuentren
tres acontecimientos que sobresalgan en su memoria. Ahora vean lo que anotaron
como la intención de su corazón. ¿Ven cómo esos acontecimientos en su vida los
guiaban hacia esa intención, incluso antes de que la anotaran? Háganse una
pregunta sobre cada acontecimiento: ¿Cómo este los acercó más a manifestar esta
intención? ¿Cómo es que su convicción fortaleció la idea de que esta es en
efecto, la intención de su vida en este momento? ¿Cómo los guió a mantener un
contacto con su intención?
No hay nada
objetivo sobre esta experiencia de vida; es completamente subjetivo. Por medio
de nuestras propias creencias indiscutibles sobre la forma en que es la vida,
nos formulamos intenciones que dan forma a nuestra percepción de la realidad.
Entonces nuestra percepción nos conduce a ver la verdadera evidencia para
aquellas creencias indiscutibles. Es por ello que es tan importante una intención
cuidadosamente diseñada. De aquí en adelante, estaremos desarrollando nuestras
habilidades de Auto-Maestría alrededor de esta intención que han creado.
Por cierto,
¿recuerdan aquellos deseos que la mente sacó al principio de esta lección?
Manténganlos presentes, pero no necesitan molestarse en saber cómo los
realizarán. Dejemos eso al Universo; el Universo controla el cómo. Con demasiada frecuencia, cuando
se nos invita a soñar en una nueva vida, estas cosas de la mente se vuelven la
suma total de lo que soñamos. No hay nada de malo con querer mejores relaciones
o más dinero. El problema es que nos quedamos en los comienzos cuando nos
detenemos ahí. El corazón tiene nuestra atención al fin y no nos sumergimos lo
suficiente para escuchar realmente. Por tal motivo, desde el principio
dirigimos nuestro curso yendo justo al corazón. Ahora, confíen en que su
intención les traerá lo que en realidad quieren – incluyendo también las cosas
de la mente. ¡Si pueden desarrollar esa confianza en que su propio corazón les
dará lo que desean, están en el camino correcto para llegar a dominar su vida!
Relacionándonos con nuestras Intenciones
Existe una
enseñanza que dice: el conocimiento de la verdad es una firme convicción en la
verdad. Aquí yo defino conocimiento
como “el rango de comprensión de alguien,” así que el rango de su comprensión
de la verdad depende en qué tan firme es su convicción (o creencia sólida) en
esa verdad. Con el fin de prepararse en el siguiente paso para relacionarse con
su intención, hagan una pausa y mediten en esta enseñanza. ¿Qué es lo que
significa el término firme convicción
para ustedes? ¿Cuál es su verdad?
Nuestro camino
para este curso es la oración contemplativa. El contemplar algo significa “verlo con atención continua.” Lo que
determina nuestra experiencia de vida es en qué verdad ponemos nuestra
convicción y a qué le prestamos nuestra atención continua. En otras palabras, lo que estamos pidiendo es a lo que
prestamos atención. Si sostenemos constantemente nuestra intención en nuestra atención, entonces eso es lo que
experimentaremos en nuestra vida diaria. Con el fin de permanecer relacionados
a nuestra intención en la vida diaria, tenemos que invertir más de nuestra
convicción conciente en la realidad o presencia de la intención en este
momento. Por ejemplo, supongan que su intención es vivir sabiendo lo que
ustedes valen (una intención maravillosa). Si ustedes ven su vida en este
momento, cada parte de ella puede no servir como testimonio para su valía
suprema. Quizá haya áreas de su vida en las que aún no invierten totalmente su
intención. El truco es poner repetidamente su atención en las pequeñas y
grandes formas en las que la están
reconociendo.
Existen
algunos grandes pasos hacia cómo invertir totalmente su intención y permanecer
en relación con ella cuando no se encuentren en su cojín de meditación o
estudiando esta lección. Primero encuentren un medio para fijar su intención de
manera creativa. Pueden crear una bella tarjeta o pintura que la exprese.
Pueden tan sólo anotarla sobre un bonito papel o con un tipo de letra que más
les atraiga. Posteriormente colóquenla en un espacio en donde diario puedan
verla (y no se detengan con una – pueden colocar recordatorios de su intención
por toda la casa, su auto y lugar de trabajo). Pueden comenzar sus sesiones de
meditación cada día concentrándose en su intención. Esta es una forma poderosa
de ofrecer a la mente una imagen clara de quiénes son ustedes. Por último,
después de meditar o al final del día, pasen algún tiempo con su diario
buscando conexiones entre lo ocurrido en su día o durante la meditación y cómo
estas pueden relacionarse con su intención.
Hace poco tuve
una meditación muy enriquecedora llena de mucha gente y animales. Sentí como si
estuviera actuando y viendo una película al mismo tiempo. Así que después de la
meditación, comencé a anotar lo que vi y sentí
durante todos esos episodios de Mi Película Meditativa (suena como el título de
un libro, ¿verdad?). Llegué a una escena que no entendía, en la cual un lobo me
atacaba después de una iniciación. Fue algo espantoso, pues el lobo desgarraba
mi piel hasta los huesos – mucho desgarre y destrozo. En fin, dejé un espacio
en blanco en mi diario para poder agregar interpretaciones más profundas
después de algo de contemplación. Inicié mi día, resuelto a encontrar el
significado de esta desconcertante escena.
En el
transcurso del día todo el tiempo recordé esto, junto con mi acostumbrada
resolución de observar todo lo que ocurriera a través de los ojos de mi intención
actual – que era descubrir y permanecer relacionado con mi trabajo de servicio
a la humanidad. Lo primero que me vino a la mente es recordar qué tranquilo me
sentía cuando el lobo me atacaba. En segundo lugar, busqué lobo en uno de mis libros de referencia sobre tótems
animales, Guías Espirituales Animales,
de Stephen Farmer y
encontré lo siguiente: “Se están eliminando características y comportamientos
de tu conciencia que ya no te sirven (reduciéndose por medio de la
extirpación).” A lo largo del día, toda vez que me encontraba a alguna persona
o situación que eliminaba características y comportamientos que ya no me
servían (incluso si yo creía que aún lo hacían), recordaba la meditación y la
intención y posteriormente descendía sobre mi ser ese
sentimiento de calma.
El Rastreo Simbólico (o simplemente Rastreo) es a lo que yo llamo la
práctica de aprender a ver las relaciones entre nuestras intenciones y los
acontecimientos de nuestra vida. Es una forma divertida y con frecuencia
fascinante para profundizar nuestra seguridad en nuestra intención y mantener
nuestra atención enfocada en ella en nuestra vida diaria. Con la práctica, nos
damos cuenta que podemos hacer las relaciones con mayor facilidad. Además,
ocurren algunos otros acontecimientos emocionantes: podemos percibir el
potencial para un acontecimiento antes de que este suceda y nos sumergimos en
la conciencia de que estamos en Dios y que Dios está en nosotros. Todos los
acontecimientos de vida giran desde el Ser Superior. Cuando sostenemos nuestra
convicción en esta verdad, apartamos los velos del tiempo y vemos los
potenciales de vida girando juntos para reflejar la intención de nuestro
corazón. Nuestra dependencia en otras personas, lugares o cosas para nuestra
realización disminuye, pues nace una renovada convicción en el poder de nuestro
Ser Superior. Por último, conforme esta conexión se fortalece, nosotros
irradiamos nuestra convicción a otros sin esfuerzo y nos convertimos en
ayudantes o embajadores de luz y libertad en nuestro mundo.
Sugiero que en
lo que dure este curso, ustedes hagan de su intención un símbolo de verdad para
su vida. En este curso no existe nada allá afuera en lo que se les pida creer.
De hecho, eso es precisamente lo que no deseamos. Tan sólo poner en práctica
las sugerencias ofrecidas y encontrar lo que mejor les funcione será suficiente
para conectarse con una experiencia de la intención de su corazón, tanto por
dentro como por fuera.
Reconociendo a las Intenciones en su Vida Diaria
Desde que
comencé el rastreo, llegué a amar el lenguaje. Observen la palabra reconocer. Una definición de reconocer es: “percibir claramente o
darse cuenta.” Una manera de mejorar la claridad de su intención o su habilidad
en darse cuenta de cómo se esta se desenvuelve en su vida es practicando el ser uno mismo su intención. En el libro Conversaciones con Dios, el autor Neale Donald Walsch
describe el viejo principio para controlar nuestras vidas como Tener, Hacer, Ser. Este principio opera
algo así: una vez que yo tenga algo
(iluminación, paz interior, mi peso ideal, un auto nuevo, un mejor empleo, más
dinero, sobriedad o cualquier otro objetivo que nos hayamos puesto), podré hacer algo (trabajar en mi carrera
ideal, tomarme tiempo para mí mismo, entregarme más íntimamente en mis relaciones,
abrirme espiritualmente, enfrentar mis temores, cantar, bailar, vestir de
púrpura, comer helado) y luego seré
algo (feliz, contento, tolerante, amoroso, comprometido o compasivo). Este
principio fue uno de los modelos a seguir durante el siglo pasado y la vida tri-dimensional.
Si de pronto
se dan cuenta que están riendo y moviendo la cabeza mientras leen esto o están
bien concientes de la frustración que se origina al intentar vivir de esa
manera, felicidades por su despertar a la siguiente dimensión. El nuevo modelo
para el siglo 21 y la vida dimensional más elevada en nuestra vida diaria que Neale propone va así: Ser,
Hacer, Tener. Primero, sean una expresión de la virtud que anhelan (ser
felices, amorosos, compasivos, inquebrantables), luego hagan o actúen en su vida desde este espacio lo más seguido que
puedan, y por consiguiente tendrán
todo lo que le acompaña.
Pueden
observar que hemos alineado nuestro enfoque a intenciones establecidas con este
segundo modelo yendo directamente al corazón y lo más importante, conectándonos
primero con nuestro ser. Mientras más practiquen el ser su intención en todas las áreas de su vida, más rápido
percibirán con claridad cómo esta se rediseña alrededor de la intención. Esto
crea una certeza instantánea en su experiencia: ustedes son infinitamente
poderosos y capaces de traer ese poder a todas las áreas de su vida.
Si toman la
palabra reconocer y separan el
prefijo re-conocer, surge un nuevo
significado, ya que conocer significa “comprender o saber.” Re-conocer:
“comprender los acontecimientos que se presentan de nuevo.” Mientras comienzan
a revisar los acontecimientos de su día por medio de la lente de su intención,
comprenderán cómo su intención da forma a sus nuevas percepciones. De vuelta en
la clase de Psicología 101, recuerdo que estudiaba sensación y percepción.
Ahí, aprendí que nos es imposible sentir algo en nuestro ambiente sin
interpretarlo por medio de nuestras percepciones. Estas son como puertas por
las que debe atravesar el estímulo sensorial para llegar al cerebro y ser
procesado. Sin embargo, ¡la información se altera conforme atraviesa una
puerta! Cambia para acoplarse con la percepción
de nuestras nociones históricas sobre el acontecimiento externo; se traduce
para ajustarse con nuestras interpretaciones anteriores de experiencias de vida
similares – para bien o para mal - y por consiguiente, terminamos respondiendo
a algo que no está ocurriendo en absoluto.
Hace poco
trabajé con un joven que tenía la intención de atraer a su vida una relación amorosa.
Tenía un historial de relaciones frustradas, así que trabajó mucho para
disolver la percepción de sus nociones y creencias para no atraer de nuevo las
mismas experiencias. Después de un breve tiempo, conoció a una linda mujer que
se ajustaba a gran parte de su nuevo criterio en lo que se refiere a una
pareja. Sin embargo, una vez que la luna de miel terminó, se encontró
interpretando cosas que ella hacía y decía de la misma manera que él lo había
hecho con sus relaciones pasadas. Claro que entonces respondió a lo que percibía de la misma forma
que lo había hecho en el pasado: con resentimiento, control, ira y
recriminación. Por fortuna, el le había platicado a su compañera sobre estas
interpretaciones en sus relaciones anteriores y cómo ella se las había
revelado. Aún así, él se sorprendió cuando ella se negó a involucrarse en sus
dramas. Incluso su nueva novia le dijo: “Yo no soy tu novia anterior…soy la
nueva, ¿recuerdas?”
Esto
ejemplifica parte de lo que debemos hacer para reconocer nuestras intenciones
en la vida diaria. Debemos aprender a utilizar nuestras mentes para ver los
acontecimientos de la vida a través de los lentes de nuestra intención y romper
el hábito de verlos a través de los lentes de nuestras viejas creencias. Si
ustedes están ciegos, no pueden confiar en su propia opinión sobre si el sol
está brillando o no. Podemos comenzar este proceso colocando nuestra intención
al frente de nuestra atención. Ustedes obtienen aquello a lo que le prestan
atención. ¿Pueden ver el potencial que hay aquí? Este trabajo tiene el poder de
cambiar toda su realidad. Podemos entrar al momento presente y re-conocer
nuestra intención desenvolviéndose en cada acontecimiento con el que nos
topamos.
Había un
pescador que trabajó conmigo a largo plazo, a pesar de que declaró que no
estaba muy interesado en la espiritualidad. Le gustaba cómo se sentía después
de una sesión energética, así que venía a verme con frecuencia. En su primera
sesión, le pedí que fijara una intención y aceptó a regañadientes. Después de
dirigirse a su corazón, surgió con la intención de liberarse de la ira. No se
sorprendió mucho con esto: su esposa, sus amigos e incluso el oficial de
libertad condicional le habían dicho que el tenía un problema al expresar la
ira. También tendía a perder a su tripulación con regularidad, pero el creyó
que se debía a ellos y sus cuestiones de ira (la percepción crea la realidad).
Así que aceptó la intención y comencé el rastreo con él.
De inmediato
comenzó a tener problemas con su bote. Bien, esto no es fuera de lo común en
este negocio, se dijo a sí mismo – hasta que empezaron a ocurrir todos los
días. Incluso compró un motor nuevo y luego este también se descompuso (¡y el
problema no estaba cubierto por la garantía!) Comenzó a preguntarse si algo más
podría suceder.
Entonces un
día vino a su sesión muy emocionado y procedió a relatar los siguientes
acontecimientos que le ocurrieron ese día en el bote. Se encontraba en altamar con su tripulación y no estaba de buen humor. La
pesca era escasa, la tripulación lenta y con resaca y las gaviotas estaban
robando su carnada. Harto de estas condenadas “ratas del cielo” como las
llamaba, decidió conseguir su arma y “eliminar algunas.” Mientras avanzaba
hacia la cabina en donde guardaba el arma, el motor se detuvo. El quedó
petrificado. Su primer pensamiento fue: “No
voy a matar a ninguna gaviota.” De inmediato el motor se encendió solo. Con
un destello de reconocimiento, se dio la vuelta y comentó a su tripulación lo
que le había sucedido. “¿Vieron eso? ¡Cuando pensé en matar a esas gaviotas, el
motor se detuvo y cuando decidí no hacerlo, se encendió de nuevo! ¿Ven? ¿Ven?” Claro que su tripulación lo miraba como si estuviera loco, pero a él no
le importó. Declaró que a partir de ese día, nadie en el bote mencionaría algo
sobre matar a una gaviota nunca más. Terminó la historia diciendo que había una
conexión entre su ira y los problemas en el bote – y también en su vida. Por
fin se relacionó con su intención y la reconocía en los acontecimientos
diarios.
Como nosotros,
este hombre tenía intenciones prácticas para su vida, pero sólo su corazón
sabía qué es lo que necesitaba cambiar para realizar sus sueños – liberar su
ira! Cuando estamos dispuestos a seguir la guía de
nuestro corazón, el mundo comienza a tener sentido. A veces esto resulta
difícil. Después de todo, se nos ha condicionado en este mundo a seguir a todo
y a todos, excepto a nuestro propio corazón. Con tan sólo ver las noticias diarias
pueden ver historia tras historia de la lucha de la humanidad con la gran tarea
de descubrir, relacionarnos con y reconocer nuestras verdaderas intenciones en
este mundo. Es por ello que se requiere de gran valor, incluso el comprometerse
con una intención sincera.
Terminemos
esta lección con una meditación que nos puede guiar hacia una experiencia de
nuestro propio valor. En el Camino a
Pueden grabar
esta meditación (asegúrense de agregar las pausas adecuadas) o aprendérsela
antes de proceder. Pueden hacer la primera parte del ejercicio frente a un
espejo, posteriormente continúen con la meditación.
~Preparándose para
Sentados,
adopten una posición cómoda con su espalda recta, sus hombros relajados y su
cabeza equilibrada sobre su cuello. (Noten la tendencia común a echar el cuello
hacia delante, como si no pudiéramos estar totalmente en el presente, sino
dirigiéndonos ya hacia el futuro. Meter el mentón ligeramente y alargar la
columna para que la coronilla apunte hacia el cielo funciona bien.) Tomen unas
cuántas respiraciones profundas y llévenlas hacia su pecho y luego hacia su vientre.
Luego permitan que su respiración se vuelva normal y tranquila. En silencio,
comiencen una y otra vez a repetirse su intención con cada respiración mientras
miran su reflejo en el espejo. Perciban cualquier sentimiento o pensamientos de
juicio, agradecimiento o condena que surjan mientras miran su rostro. Tan sólo
perciban esos pensamientos y como nubes en el cielo, observen cómo se forman de
la nada y luego se materializan, sólo para disolverse de nuevo en el vacío.
Ahora, cambien su concentración hacia sus ojos. Miren en lo profundo de sus
propios ojos. Su percepción puede cambiar y su rostro puede volverse borroso;
esto está bien – sólo mediten en las imágenes cambiantes. Permanezcan al menos
tres minutos consigo mismos y con su intención de esta forma – y no duden en
tomarse más tiempo si eso es lo que sienten. Luego, anoten cualquier
observación en su diario y procedan a la meditación.
~Meditación~
En postura de
meditación y con los ojos cerrados, comiencen a repetir de nuevo su intención y
rastreen en qué parte de su cuerpo descansa
esta. Como un cálido fuego, permitan que su conciencia se acurruque junto a su
intención. Ahora dejen de repetir su intención y comiencen a meditar en los
sentimientos y sensaciones que surgen a partir del enfoque que acaban de darle.
Este es el espíritu de su intención o la energía de la conciencia pura. Ahí
están las sensaciones de su propia divinidad interior. Con su respiración
tranquila y suave, pueden meditar en las pulsaciones divinas de su propio Ser.
Si surgen pensamientos, obsérvenlos como nubes en el cielo, formándose de la
nada, sosteniéndose por un momento y luego disolviéndose de nuevo. Traigan su
atención de vuelta a la respiración y dejen que esta los conduzca hacia esas
sensaciones de la intención. Este es su corazón. Mediten en el corazón de su
vida.
~Fin de
Pueden anotar
en su diario sus experiencias obtenidas de la meditación y comenzar a
rastrearlas conforme se relacionan con su intención. Como práctica, intenten
leer esta lección por lo menos una vez al día durante las siguientes dos
semanas. Pueden elegir una sección diaria o cada tercer día y contemplar su
comprensión de las enseñanzas aquí presentadas. Pueden anotar sus preguntas
conforme surjan. Como parte de su intuición y para mayor claridad, sus e-mails son bienvenidos. Mucho mejor (y pueden hacer ambas
cosas), lleven consigo sus preguntas y busquen todas las formas en que la vida
responderá a ellas.
Bienvenidos al
Corazón Contemplativo: Un Camino hacia
Con amor, Ravindra
Fuente: Fundación Hijos del Sol