El Ser Humano es milagroso en cuanto que puede transformar su pasado.
Dr. Jorge
Carvajal Posada
Algunos
dicen "no se ocupen del pasado que el pasado ya no existe",
pero el pasado está vivo, presente, doloroso, en cada una de nuestras
células, frecuentemente, produciendo enfermedades. El problema del
pasado es simplemente que haya pasado, que lo dejemos atrás como una estatua
congelada. Pero al pasado hay que hacerlo presente vivo para transformar su
historia, para leerlo en otro código, para interpretarlo en el código del amor,
y, cuando interpretamos el pasado en el código del amor, nuestras heridas de la
infancia se sanan. Y ahí nosotros somos los psicólogos, los psiquiatras,
podemos sanar nuestra vida; todos estamos llenos de dolores, y a veces de
dolores absurdos, que cargamos en la vida sin ni siquiera reconocer que
existen.
La
técnica respiratoria es muy importante, sobre todo la fase de pausa
respiratoria, ¿por qué razón? Porque cuando tú respiras lentamente y
haces una pausa en la inspiración, la energía del inconsciente y el
subconsciente sale a flote, es decir se pregunta ¿que pasa aquí que no
están respirando? En ese momento el inconsciente hace aflorar a la
consciencia una parte a la que no habíamos tenido acceso, de la que éramos
víctimas pero que no habíamos reconocido nunca en la vida, y en ese
momento podemos dialogar con el subconsciente y podemos sacar nuestras heridas
más profundas. Cuando hacemos eso podemos ir más lejos, así es como
actuamos para la autosanación.
Yo
puedo decirme, por ejemplo, ¿de dónde viene esta alergia?, si tengo
una alergia y quiero librarme de ella. La alergia es algo que rechazo, un
virus, una bacteria, un hongo, el frío, el calor, pero eso no es del todo
cierto, eso es quedarnos muy cortos. No hay personas que sean alérgicas sólo al
frío, las personas alérgicas al frío también tienen miedo a la soledad,
tienen miedo al frío del alma, al frío en los sentimientos, a la frialdad del
papá o de la mamá, al desafecto, es decir, el frío es simplemente un
símbolo. Cuando yo soy alérgico a algo, hay algo que rechazo o que temo.
Entonces
si quiero cambiar mi alergia, reconozco mi alergia. Si sé que no reconozco mi
alergia porque me hace sentir vergüenza, entonces trabajo con la vergüenza: ¿que
cosas en la vida me evocan vergüenza? Luego experimento el sentimiento de
la vergüenza y veo como experimento la vergüenza, a veces me pongo pálido y
frío, otras veces me pongo rojo como un tomate, otra lo experimento como un
vacío o como un hueco a nivel del plexo solar, la puedo experimentar de muchas
maneras. Dónde y cómo experimento la alergia, me da una idea de la parte de mi
energía que está comprometida. Vamos a ver otro sentimiento, el miedo, yo diría
que la mitad de nuestros lumbagos son por miedo.
El
miedo provoca más lumbago que todas las hernias discales, todos los problemas
articulares, todos los problemas de columna, porque el temor hace que metamos,
literalmente, el rabo entre las patas, cerramos el esfínter anal
interno, a ese nivel, hay un centro de energía muy importante y, nos cerramos a
la vida, contraemos toda la musculatura lumbo-sacra,
esa parte queda mal irrigada y nos dan unos lumbagos terribles, y ese lumbago
es el nombre clínico del miedo.
Si
logro reconocer el núcleo del miedo, si logro observar mi cuerpo y veo que
tengo los glúteos y toda esta parte contraída, si logro respirar hacia esa zona
y liberar el sentimiento del miedo, y llamar al miedo y decirle "tú
eres la mejor parte de mi mismo, cuando asciendes y te revelas, eres mi
prudencia, ya no eres miedo, sino que eres prudencia, eres parte de mi amor
también". Cuando yo, a través de la respiración, logro
ascender esa energía del miedo, y logro trasmutarla al altar del corazón, que
es donde realmente nace el hombre que puede sanarse y puede sanar la vida,
entonces desaparece el lumbago.
Mi
resentimiento, mi odio, frecuentemente, está anclado en mis articulaciones. Yo
estoy así totalmente rígido. A veces, con el puño apretado en la noche,
inconscientemente, dispuesto a pegar y a agredir. Pues bien, ese dolor
articular, es resentimiento congelado en esa parte del cuerpo.
Si
logro experimentar ese dolor y asociarlo a mi sentimiento de ira y a mi
resentimiento, y logro comprender que mi resentimiento es algo que se
construye en el plexo solar, que bloquea la energía aquí y no permite a la
energía acceder a mi corazón, ni a mi sistema inmune, puedo hacer mucho más que
el reumatólogo, o puedo ayudarle mucho, para curar y sanar mi artritis, y yo
soy responsable, no tengo que esperar que el reumatólogo me resuelva el
problema.
La
enfermedad es mi problema, no es el problema del médico, es mi responsabilidad,
yo también tengo que ver con eso. La medicina no puede ser el arte de pasarle
la pelota al médico, porque le pagamos.
La
nueva medicina de la consciencia, es el arte de responsabilizarnos de
nuestra vida, y de descubrir que realmente podemos hacer mucho por
nuestra vida.
Frecuentemente,
vemos que una persona con un cáncer ha tenido un shock, o una pérdida afectiva
muy grande. Si una pérdida afectiva le produce un vacío existencial de tal
dimensión que se vuelve un vacío de energía, y permite que las células
degeneradas puedan invadirle, es porque estaba apegado, ese es el
problema del apego que yo debo reconocer.
Si
alguien se va y yo lo vivo desde el amor, desde el desapego, sé que su
consciencia está conmigo, lo dejo partir no lo amarro. Muchas
veces, vemos a alguien al que se le muere el papá o la mamá pero no lo deja
partir, eso es literalmente cierto, se queda con parte de su energía anclada al
plexo solar. Esa anclada energética puede crear crisis de pánico, de
hipertensión, cosas violentas en la clínica. Si nosotros logramos que la
persona se sane, es su alma la que lo sana.
El
sanador no lo hace por el paciente, yo como sanador soy un imán que le doy la
carga que su alma necesita, realmente, la sanación es rescatar la autonomía, la
autogestión, y la libertad del otro, para sanarse.
La
verdadera sanación es darte las herramientas para que tú, desde tu
consciencia, te sanes, no desde tu consciencia racional, sino desde tu
sentimiento, desde tu amor, desde tu afecto.
Frecuentemente
cuando uno está haciendo una sanación, ve que la persona, aunque no le haya
dicho ni una palabra, empieza a llorar y a sacar su resentimiento, y luego
siente una sensación de paz, que no es mi paz, es su paz, es la paz de Cristo
que también habita en la persona que está siendo sanada. La paz está ahí, ha
estado siempre ahí, es parte de nuestra esencia, se trata simplemente
de quitar todos aquellos apegos, aversiones, sentimientos, separatismos, toda
aquella capa de ignorancia, para que la paz se revele tal cual es, y
cuando la paz se revela, germina el amor, y cuando germina el amor la
sanación es posible, aunque lo que tenga sea un cáncer, o un lupus.
Pero
no te culpes si no lo logras, porque tú participas también en los problemas
genéticos de la herencia, de la humanidad como grupo. Esto no es para creerse
superman, uno puede ser muy orgulloso y decirse "estoy triste porque
no me curé el cáncer", eso no es un fracaso, el cáncer es un maestro,
a veces aprendemos la lección en una ocasión, otras veces necesitamos diez
oportunidades, y otras necesitamos cien vidas tal vez, pero lo
importante es aprender la lección.
Uno
no aprende medicina de un día para otro, hay lecciones supremamente complicadas
y difíciles.
También
nos diplomamos o nos especializamos en el alma, cuanto más grande sea el
desafío, más grande es la oportunidad de crecimiento. Yo solo les he puesto un
ejemplo de cómo podemos retomar nuestras emociones, identificar
nuestras emociones, aceptarlas, no seguir huyendo de ellas, y así
poder transmutarlas.
Pero una vez que sentimos la emoción, hay una pregunta
fundamental ¿cuál es la lección que hay debajo de esta emoción negativa? ¿Cuál
era el mensaje, qué me quería decir esta actitud y esta enfermedad?
Cuando yo no digo NO, en la vida, termino resentido y con ira, pero la ira no
es el problema, la ira me está diciendo que hay que aprender a reafirmarme
diciendo NO.
La
ira es la mejor estrategia de autoafirmación. Cuando yo manifiesto la ira y la
transmuto, esa ira se vuelve sanadora, es lo mejor de
mi fuerza, mi ira barre y limpia la casa y hace las cosas más
rápidamente, ustedes han visto a un ama de casa que en su ira revolotea y el
almuerzo está hecho a las diez de la mañana.
Yo
sabia cuando mi mamá estaba iracunda, porque a las diez de la mañana mi casa
estaba como un espejo. Es así, la ira es una forma de energía que se puede
transmutar físicamente, el hecho de que la transmutemos físicamente, no
resuelve la fuente de la ira, la fuente de la ira es la necesidad de
autoafirmarse, y la necesidad de autoafirmarse es la necesidad de renunciar a
la falsa complacencia.
Crecer espiritualmente no es decirle que sí a todo el mundo. El
crecimiento espiritual no tiene nada que ver con la bobada, perdónenme la
expresión, pero ser espiritual no es ser bobo, y ser tolerante no es ser bobo,
la tolerancia no excluye la autoafirmación.
La autoafirmación es condición del crecimiento espiritual. Así que yo tengo que
descubrir la lección, debajo del evento negativo, porque el evento negativo no
es sino la apariencia, la sombra. Pero esa sombra cuando la quito abre
una puerta luz, una lección que yo puedo aprender en mi vida.
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